El lugar elegido para vivir por el príncipe Harry y Meghan Markle tras enunciar a sus deberes reales en 2020 fueron los Estados Unidos, donde la pareja adquirió una mansión de 14 millones de dólares en Montecito, una lujosa zona residencial de la ciudad californiana de Santa Bárbara.
Tras un año en la nueva residencia, muchos vecinos están “enfadados con la pareja” y afirman que “no se han convertido en parte de la comunidad”.
Según medios británicos, Harry y Meghan muy rara vez se dejan ver en público por el barrio. Además, nunca se presentan en sociedad, ni acuden a eventos ni celebraciones.
Montecito es un barrio en el centro de Santa Bárbara que cuenta con playas privadas, recintos cerrados y varias mansiones enclavadas en la ladera de las montañas y rodeadas de un entorno natural. Allí, la privacidad es ley para los lugareños. Es una zona de tolerancia cero para los paparazzis y, quizás por ello, haya sido el lugar elegido para vivir tanto por los duques de Sussex como por otras celebridades que habitan allí, como Oprah Winfrey, Gwyneth Paltrow o Ellen DeGeneres.
La semana pasada, el príncipe Harry declaró, en diálogo con el programa Today Show, de la cadena estadounidense NBC, que en esa localidad de Santa Bárbara fueron “recibidos con los brazos abiertos” y que ese vecindario era “una gran comunidad”. El nieto de Isabel II se expresó de esta manera cuando fue entrevistado mientras asistía en La Haya, Holanda, a los juegos Invictus: una competencia, que él creó y apadrina, en la que participan veteranos de guerra de todas partes del mundo. Al parecer, estas declaraciones desconcertaron a sus vecinos norteamericanos.
Tras la entrevista, el columnista del Montecito Journal, Richard Mineards, señaló que Harry y Meghan “no se presentaron” a las personas del lugar desde que llegaron -de manera casi encubierta- al barrio residencial en el que viven ahora. La pareja se instaló allí luego de abandonar la Casa Windsor y pasar una breve temporada en Canadá y Los Ángeles.
“Harry y Meghan no se convirtieron en parte de la comunidad, y creo que mucha gente está realmente enojada por eso. Es un lugar encantador para salir y la gran pregunta que se hacen todos en la zona es: ‘¿dónde están?’”, dijo Mineards al medio británico Sunday Times.
Como un ejemplo de la falta de vida social de Harry y Meghan en Santa Bárbara, los vecinos señalan que nunca han visitado un tradicional bar de estilo británico muy famoso en la ciudad: el Old Kings Road, que se distingue de otros bares porque tiene en la ventana y en su interior un cartel que indica: “No no se admiten imbéciles (No wankers)”. La palabra representa un fuerte insulto en el Reino Unido e Irlanda, a la vez que marca un sello distintivo de la manera en que se comunican con su clientela los pubs de esas naciones.
También hay rumores de que la pareja real intentó comprar hamburguesas en una sucursal local de la cadena de comida rápida In-N-Out y no pudo hacerlo a causa de cuestiones relacionadas a la logística de seguridad.