La Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) ha alertado este martes de que un local con cocinas industriales de la calle Morando, en el distrito madrileño de Tetuán, trató de realizar el pasado fin de semana obras en sus chimeneas «sin ningún tipo de permiso o licencia».
«Tras cortar la calle el sábado, un camión contratado por la empresa del chef Dani García descargó una grúa y una estructura metálica que en teoría iba a instalarse en la fachada del edificio para poder acceder a las chimeneas», ha detallado la asociación en un comunicado.
Varios vecinos presenciaron esta acción y alertaron «alarmados» a la Policía Municipal por «posibles riesgos para su seguridad». Una patrulla se personó en el lugar y requirió la documentación de los trabajos a los responsables de la cocina industrial, quienes «no tenían licencia ni permiso para cortar la calle».
«Es una pequeña victoria de los vecinos, pero hemos de seguir luchando hasta que cierren unas cocinas que deberían estar ubicadas en una zona industrial y no junto a nuestras viviendas. Estamos desesperados por los olores, el ruido de los extractores y la ocupación de la vía pública de los riders», ha lamentado Raquel, vecina de la calle Morando.
DENUNCIAS DE LA ASOCIACIÓN
La FRAVM presentó en septiembre una denuncia ante el Ayuntamiento de Madrid con el fin de que «aclarara la situación legal de la cocina industrial y que explicara públicamente la secuencia errática de decisiones que afectan al local». Asimismo, ha pedido una inspección urgente del inmueble.
«También presentamos un escrito tras comprobar el 14 de septiembre que Dani García había vuelto a abrir sus cocinas sin haber acometido ninguna acción que subsanase las irregularidades que llevaron al Consistorio a decretar su cierre unas semanas antes», ha recordado la entidad.
Según ha explicado la asociación, tras la denuncia de la federación, técnicos de la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental del Consistorio realizaron dos inspecciones en el local, el 22 de septiembre y el 4 de octubre.
«Después de medir los niveles sonoros transmitidos por e funcionamiento de las chimeneas y sistema de climatización a máxima potencia, la cocina industrial incumple la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT) al superar el límite de ruido en 4 dBA», ha indicado la FRAVM.
Además, la altura de las chimeneas es «insuficiente», por lo que incumple también la Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad (OCAS). Tampoco lo hacen los elementos de cocinado instalados y la instalación y los equipos del sistema de climatización «no se corresponden con lo indicado en el proyecto técnico».
«TIENE TODOS LOS PERMISOS»
Fuentes del área de Desarrollo Urbano, que lidera Mariano Fuentes, han explicado a Europa Press que esta obra era «una medida correctora que había pedido el área de Medio Ambiente y Movilidad con el objetivo de subir la chimenea para mejorar el tema de los olores». Asimismo, han insistido en que esta cocina industrial «tiene todos los permisos y está todo en regla».
Las cocinas industriales que se implanten en la capital en locales de uso industrial deben tener un máximo de 350 metros cuadrados, con la obligación de que tengan en el interior del establecimiento las zonas de espera, carga y descarga y estancia de los transportistas, y el máximo de cocinas permitidas será de 8, según la modificación de las Normas Urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid.
Se prima su implantación en polígonos industriales y se limita su actividad en zonas residenciales, al igual que ocurre con el uso almacenaje con reparto a domicilio y la logística, marcando un criterio claro en cuanto a su posible impacto en el entorno y limitando su implantación en ámbitos residenciales a locales de uso industrial.