El corte a mano mantiene los nutrientes, la calidad y el sabor del jamón ibérico mejor que el corte a máquina

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En España, 7 de cada 10 consumidores recurren a los embutidos precortados.

El jamón ibérico es un producto altamente valorado, tanto en España como a nivel internacional. España produce y comercializa anualmente 48 millones de piezas de jamón, siendo Francia y Alemania los principales consumidores de jamón ibérico fuera de nuestras fronteras.

Este producto destaca, no solo por su inigualable sabor y textura, sino también por sus valores nutricionales. “Este alimento tiene un alto contenido en hierro, lo que lo convierte en un aliado para prevenir la osteoporosis; aporta vitaminas del grupo B, beneficiosas para el buen funcionamiento del cerebro, las células nerviosas y el corazón. Todo esto, combinado con su alto porcentaje en ácido oleico, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a regular el colesterol”, explica Antonio Caballero, responsable de Ventas en Dehesa Las Cumbres, especialistas en producción y venta de ibéricos.

No obstante, todos estos beneficios pueden verse alterados según el tipo de corte que se haga de la pieza. “Para mantener de la mejor manera posible estos nutrientes en el jamón, recomendamos siempre que es mejor que el producto sea cortado a mano que a máquina”, aseguran desde Dehesa Las Cumbres.

En España, 7 de cada 10 consumidores recurren a los embutidos precortados. Esto se debe a que, entre otras cosas, aseguran que “transmiten mayor confianza y permite escoger la cantidad de producto que quieres adquirir”.

En esta línea, desde Dehesa las Cumbres aseguran que el corte a cuchillo es menos agresivo y reduce el impacto y abrasión sobre el músculo y los ácidos grasos del jamón, por lo que las características organolépticas se conservan en perfecto estado para su posterior consumo.

Además, las piezas que se cortan a cuchillo de forma artesana son manipuladas en un menor grado desde el inicio, por lo que sus condiciones térmicas y morfológicas son respetadas y cuidadas con el fin de conseguir la máxima expresión de la pieza.

“Otro aspecto a destacar en este tipo de corte es la limpieza de la pieza. En el caso del corte a cuchillo, se hace manualmente de forma personalizada, se limpia cada pieza con cuidado. En cambio, el corte a máquina es similar a un deshuesado industrial, donde el producto pierde calidad”, explica el responsable de Ventas de Dehesa Las Cumbres.

Con todo ello, desde la compañía señalan que el corte a mano puede ser igual de preciso que a máquina. Un buen ejemplo de ello es su plato de jamón ibérico en atmósfera. “Este producto lo vendemos cortado a cuchillo y, una vez emplatado en la mesa, no es fácil de diferenciar de un plato recién cortado a máquina”, indican desde Dehesa Las Cumbres.

Las raciones de platos cortadas a cuchillo de Dehesa Las Cumbres están pensadas para compartir, ofreciendo platos de 50 gramos, un entrante premium para una pareja que se sienta a comer; y el de 80 gramos y 100 gramos, pensados para compartir entre 3 y 5 comensales. “Hay que recordar que el jamón ibérico cortado a mano es una joya gastronómica con la que nos deleitamos como entrante o como tapa. No acostumbra a ser un plato principal”, concluye Antonio Caballero.

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