El escritor escocés Alan Parks acaba de publicar en España ‘Bobby March vivirá para siempre’, tercer volumen de la serie protagonizada por el detective Harry McCoy en el Glasgow de los años 70, una época que para el escritor tiene elementos atractivos para la narrativa: «Me parece una época más interesante que hoy en día».
En una entrevista de Europa Press, Parks –que se encuentra en Barcelona para participar en el festival BCNegra– ha asegurado que el Glasgow actual ha revivido y se ha limpiado la cara, pero que en aquellos años era justo lo contrario, sucia, con elevados índices de paro y una situación horrorosa de la vivienda, y es justo en los años 70 en los que enmarca sus novelas cuando intentaba empezar a remontar tras «tocar fondo».
Parks ha explicado que en los 70 gran parte de la ciudad era «muy dickensiana», con diferencias extremas entre una pobreza paupérrima y los ricos, un hecho que ha sostenido que es positivo para la novela negra porque esas dos caras de la ciudad se deben encontrar en algún momento.
«La división era real y a mí me sirve» en la escritura de las novelas, ha subrayado Parks, en cuyo primer volumen de la serie ‘Enero sangriento’, estas diferencias sociales eran más obvias al unir los dos extremos en la trama.
Ha señalado que Glasgow ha tenido tradicionalmente una fama de «ciudad violenta» y si se escribe sobre ella, ve inevitable hablar de crímenes, mientras que Edimburgo tiene una parte refinada y otra oscura, lo que ha hecho que surjan también escritores de novela negra como Ian Rankin.
En ‘Bobby March vivirá para siempre’, publicado en castellano por Tusquets y en catalán por Univers, el devenir del detective está marcado por la desaparición de una joven de 13 años, la muerte de una estrella local del rock y la fuga de la sobrina del jefe de McCoy.
Un McCoy al que, para Parks, con el paso de las novelas ya no le sorprenden tanto las cosas, pero que tiene igualmente dificultad para acatar las normas y es cínico con las autoridades y las instituciones, pero que, «en esencia, sigue creyendo en las personas».
Parks, que trabajó en una discográfica antes de iniciarse en la literatura con la serie de McCoy, ha dicho que intentó no escribir sobre música, pero que le interesaba una figura como el artista local Bobby March para mostrar una realidad muy de los años 60, en los que hubo muchos jóvenes valores que prometían pero no llegaron a dar el «gran salto», a lo que se añade que la música es muy evocadora para el lector.
Ha explicado que cuando empezó a escribir la serie del detective dejó de leer novela negra tan habitualmente, pero cree que su personaje se puede emparentar con «muchos» protagonistas policíacos de otros escritores.
«NECESITA PERSONAJES»
El escritor ha subrayado que para él una buena novela, tanto si es de género negro como si no, «necesita personajes» lo suficientemente complejos para atraer al lector, más allá de la trama, que es importante pero que para él es más interesante una buena evolución de los protagonistas.
Ha sostenido que la novela negra es «una forma» de conocer ciudades y personas, y ha remarcado que en su opinión las novelas de James Ellroy también podrían ser leídas como libros de historia porque explican Los Ángeles a través del crimen.
El novelista ya ha publicado en Reino Unido el cuarto volumen de la saga, ‘The April Dead’, y el próximo mes lo hará el quinto, ‘May God Forgive’, con la intención de alcanzar la docena –como los meses del año– y llegar a los años 80, momento del inicio de la transformación postindustrial de la ciudad.