Un tribunal de la ciudad de Albany, en el estado de Nueva York, ha presentado este jueves una acusación por un delito sexual contra el antiguo gobernador, Andrew Cuomo, quien acabó renunciado al cargo el pasado mes de agosto después de que varias mujeres denunciaran que habían sido agredidas sexualmente.
El portavoz de los tribunales del estado de Nueva York, Lucian Chalfen, ha informado de que se le ha acusado de un delito menor de índole sexual, tras analizar una denuncia en la que se aseguraba que Cuomo había colocado «intencionalmente» su mano «por debajo de la blusa» y «sobre la otra parte íntima» de la víctima en un episodio que habría tenido lugar en su residencia oficial el 7 de diciembre de 2020.
Según la denuncia, firmada por la investigadora de la Oficina del Sheriff de Albany, Amy Kowalsky, el exgobernador tocó el seno izquierdo de la víctima «con el propósito de degradar y satisfacer sus deseos sexuales».
Las acusaciones de esta denuncia están respaldadas por documentación entre la que se encuentra un testimonio recogido en el informe que emitió en agosto la fiscal general de Nueva York, Laetitia James, con relatos de diversos episodios vejatorios sufridos por hasta once mujeres que en el algún momento habían trabajado para la administración de Cuomo, quien renunció tras la difusión de este documento.
Asimismo, la denuncia en cuestión incluye registros de teléfonos o «barridos» en la entrada al Capitolio del Estado de Nueva York, entre otros elementos que buscan probar las acusaciones.
Por su parte, la fiscal general de Nueva York ha reivindicado estos cargos contra Cuomo como «una validación de las conclusiones» del informe que presentó su oficina, informa la cadena estadounidense CNN.
«Desde el momento en que mi oficina recibió la comisión para investigar las acusaciones de que el exgobernador Andrew Cuomo acosó sexualmente a múltiples mujeres, procedimos sin miedo ni favoritismos», ha subrayado también James.
Desde que se le señaló por presunto acoso sexual, el exgobernador ha rechazado la investigación de la fiscal general de Nueva York y ha aseverado que ha sido «motivada políticamente».
En su dimisión en agosto, derivada del informe de James, Cuomo pidió perdón pero indicó que «nunca faltó el respeto de forma intencionada» a ninguna mujer.
Asimismo, calificó el informe como «falso» y se presentó como víctima del cambio de las «normas sociales, generacionales y culturales». «En mi mente nunca he cruzado la línea con nadie. Pero m e di cuenta de hasta qué punto esa línea se ha redibujado», aseveró.