El FC Barcelona vence en El Sadar con un polémico penalti

Redacción

El FC Barcelona venció (1-2) este domingo a Osasuna en El Sadar, en un encuentro algo incómodo para los blaugranas, que desatascaron su poca inspiración con un gol del central francés Jules Koundé al filo del descanso y otro del delantero polaco Robert Lewandowski de un polémico penalti en la recta final, ante un conjunto ‘rojillo’ que puso carácter e intensidad y llegó a soñar con un triunfo tras el empate momentáneo con un gran remate del ‘Chimy’ Ávila.

Los de Xavi Hernández salieron con vida y encadenaron su tercera victoria consecutiva doméstica en una plaza complicada, que apretó desde el primer minuto. Sin cambios en el once, los flamantes fichajes Joao Cancelo y Joao Félix debutaron desde el banquillo, en favor de un Lamine Yamal que repitió titularidad aunque sin el impacto de otros encuentros.

Sin generar demasiado peligro, el Barça se encontró con el 0-1 rozando el descanso, gracias a un cabezazo inapelable de Koundé tras un saque de esquina. El gol no amilanó a un Osasuna con hasta nueve cambios en su once, y tras mucho acosar a la defensa catalana, un disparo potente del ‘Chimy’ Ávila puso el empate en el marcador y la ilusión en la grada. Aunque duró poco, porque Lewandowski hizo el definitivo 1-2 desde el punto de penalti, no sin polémica, su segundo gol en el campeonato.

Como era de esperar, Osasuna arrancó con una intensidad superior a la que propuso el Barça, espoleados también por las gargantas de un afición ‘rojilla’ que llenó El Sadar. Sin embargo, fue el conjunto de Xavi el que golpeó primero, con una gran ocasión para el neerlandés Frenkie de Jong, que mandó el balón al poste.

Los acercamientos del campeón de Liga no terminaban de ser peligrosos, salvo un disparo de Gündogan en una acción aislada en el área local, como ocasión más clara del inicio del encuentro. En el otro bando, continuaba la presión intensa de Osasuna, con José Arnaiz probando por primera vez a Ter Stegen tras una buena jugada de Aimar Oroz, el mejor de los locales.

Precisamente, fue el ’10’ de los locales el que tuvo en sus botas el 1-0 pasada la media hora de juego. Si embargo, el meta alemán tiró de reflejos para desviar el trabado remate del centrocampista, después de la enésima internada del joven lateral Areso por la derecha.

Y cuando parecía que el empate reinaría hasta el descanso, llegó el gol de los blaugranas, gracias a un remate preciso y colocado de Koundé a un córner botado por Gündogan. Este tanto abría un nuevo escenario y dejaba muy tocado a un Osasuna que veía como todo el esfuerzo de la primera parte era en vano en el peor momento.

Ya en la segunda mitad, Osasuna salió con una marcha más, recordando a los inicios de partido, aunque sin premio en forma de gol. El encuentro se detuvo por un codazo de Rubén García a Gavi y enfrió un poco el ímpetu local, aunque el partido se reactivó, también por los primeros cambios de Arrasate. El duelo se volvió algo tenso, con jugadas embarulladas y un Sadar que apretaba más que nunca.

El Barça sufría sin balón, por lo que intentaba relajar el partido con posesiones largas que quedaban neutralizadas por la presión incansable de Osasuna. El técnico ‘rojillo’ dio entrada al ‘Chimy’ Ávila, que volvió loco a la defensa azulgrana. Primero avisó con un disparo lejano que se fue alto, pero en el segundo intento bordó un remate desde la frontal que pegó en el poste y fue a la red, imposible para un Ter Stegen que hizo la estatua.

Con poco más de 10 minutos por delante, el marco del encuentro cambió, con un Osasuna motivado que mordía sin balón. Solo una genialidad podría desatascar el partido para un FC Barcelona que se vino abajo. Sin embargo, en sus peores minutos, el colegiado señaló un penalti sobre Lewandowski por agarrón de Catena en el área. Ortiz Arias tuvo que ir al VAR para ratificarlo y cambiar la amarilla por una roja al central.

El polaco no falló, fiel a su habitual ‘paradinha’, y puso el 1-2 que sentó como un jarro de agua fría en El Sadar, dado que llegó en la recta final. No obstante, Osasuna no bajó los brazos y reclamó un penalti sobre Budimir, con un agarrón del debutante Iñigo Martínez parecido al que sufrió Lewandowski, pero el árbitro no lo consideró. Así, sin muchos más coletazos, el encuentro murió con el triunfo azulgrana, que deja al Barça tercero con 10 puntos, mientras que Osasuna sigue décimo.

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