El fiscal ha asegurado este jueves al tribunal que existe un «cúmulo, una cascada» de elementos probatorios que acreditan que el futbolista del RC Celta de Vigo Santi Mina habría cometido los hechos por los que se le enjuicia y ha mantenido la petición de ocho años de cárcel como presunto autor de delito de agresión sexual.
«Sinceramente, se me hace díficilmente comprensible que, con todos estos elementos, se pueda pensar que estos hechos no han ocurrido, cómo se puede articular que miente la víctima, y no alcanzo a entender cómo se puede llegar en este caso a una sentencia absolutoria», ha dicho durante el trámite de informes de la vista oral contra Mina y el también futbolista David Goldar, a quien solo sienta en el banquillo la acusación particular en calidad de cooperador necesario.
Ante la sala, el fiscal Miguel Blasco ha indicado que, una vez «constatada» la presencia de ADN de Santi Mina en la exploración ginecológica, solo quedaba establecer si, en la madrugada del 16 de junio de 2019, en el interior de una furgoneta camperizada estacionada en las inmediaciones de una discoteca de Mojácar (Almería), el «acceso carnal» se produjo «con pleno consentimiento o sin consentimiento».
«La violencia se produjo, no solo por la falta de consentimiento, que no fue tácita, sino que fue expresa, sino también porque el acusado actuó de forma absolutamente sorpresiva, inesperada, imprevisible», ha remarcado para preguntarse a continuación si «hay algo más violento que cometer esa acción de esa manera» y concluir que existió «una intimidación clara» aumentada por que la presunta agresión se produjo en un espacio de «apenas dos metros cuadrados y en presencia de dos hombres jóvenes, atléticos».
En una extensa disertación que se ha prolongado durante 45 minutos, el fiscal ha asegurado que existen «elementos probatorios más allá de la mera valoración sobre la credibilidad» de la denunciante, que deviene «reforzada» por estos elementos, y ha subrayado que, por si no fuera «suficiente» la «verosimilitud, permanencia en el tiempo y la ausencia de contradicciones esenciales» en su testimonio, las periciales forenses revelan que las lesiones tanto físicas como psicológicas «son absolutamente compatibles» con «su relato de hechos».