El fracaso de las negociaciones aboca al CGPJ a retomar los contactos para nombrar sus dos candidatos al TC

Redacción

La suspensión de las negociaciones entre PP y PSOE para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), debido a la intención del Gobierno de reformar el delito de sedición, ha vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de avanzar en la sustitución de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional (TC) cuyo mandato expiró el pasado 12 de junio, una tarea que el órgano de gobierno de los jueces pretende retomar para designar a sus dos candidatos.

Los vocales del CGPJ iniciaron estas negociaciones cuando una segunda reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) les devolvió la capacidad de proponer sus dos magistrados para el TC. Tras varias idas y venidas, incluida una amenaza de bloqueo por parte del ‘núcleo duro’, el acuerdo estaba prácticamente hecho –a la espera de sumar más de los 12 votos requeridos–, pero la dimisión de Carlos Lesmes el pasado 9 de octubre lo frenó, según ha podido saber Europa Press.

El CGPJ, en funciones desde hace casi cuatro años, confiaba en que la reactivación de las negociaciones entre PP y PSOE para renovarlo, gracias a la partida de Lesmes, desembocara en la constitución de un nuevo Consejo que se ocupara de designar a la dupla para el Constitucional. Sin embargo, el fracaso de los contactos entre ‘populares’ y socialistas les ha devuelto a la casilla de salida, de acuerdo con las fuentes consultadas por Europa Press.

Así, los 18 vocales que actualmente conforman el CGPJ –tras las bajas por jubilación y fallecimiento– sitúan entre sus tareas más urgentes la de proponer sus aspirantes a la corte de garantías, conscientes de que es una obligación constitucional. Las citadas fuentes indican que el primer paso será convocar una reunión de la comisión negociadora, integrada por Álvaro Cuesta y Roser Bach, del lado progresista, y José Antonio Ballestero y Carmen Llombart, del lado conservador.

La última vez que los portavoces de ambas corrientes se reunieron formalmente fue el pasado 5 de octubre. Entonces, la negociación saltó por los aires por las diferencias en cuanto al ‘tempo’, lo que llevó a los representantes progresistas a ampliar los contactos al conjunto de los vocales, consiguiendo de esta forma avanzar hacia el acuerdo.

UN ESCENARIO CAMBIANTE

Cabe recordar que esos dos candidatos forman parte del tercio que la Constitución encomienda renovar a CGPJ y Gobierno a partes iguales. Se trata, en concreto, del presidente del TC, Pedro González-Trevijano; el vicepresidente, Juan Antonio Xiol; y los magistrados Antonio Narváez y Santiago Martínez-Vares. En su día, González-Trevijano y Narváez fueron los dos propuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy, mientras que Xiol y Martínez-Vares fueron los nominados por el Consejo.

Superado ese 12 de junio, el Gobierno deslizó la posibilidad de nombrar a sus candidatos sin esperar a que el Consejo nombrara a los suyos, pero las dudas legales sobre si los dos propuestos por Moncloa podrían tomar posesión sin el ‘pack’ completo llevó a impulsar esa segunda reforma de la LOPJ para que el CGPJ designara a los suyos.

Fuentes jurídicas apuntan que lo previsible es que el Gobierno dé un tiempo prudencial –que podría llegar hasta final de año– al CGPJ para que decida sus dos candidatos y enviar la propuesta completa al Pleno del TC, que será quien dé el visto bueno definitivo a los cuatro aspirantes.

En el supuesto de que las negociaciones en el seno del CGPJ volvieran a encallar, las fuentes creen que el Gobierno podría actuar por su cuenta porque las mencionadas dudas legales habrían desparecido cuando el pasado 20 de julio se devolvió al Consejo su poder para nombrar a los dos candidatos al TC.

A este respecto explican que el escenario ha cambiado desde entonces porque una cosa es que el CGPJ esté maniatado y otra que se enroque. En su opinión, en el segundo caso no habría debate jurídico alguno y el Pleno del TC debería dar vía libre a que los dos del Gobierno tomaran posesión, aunque fuera sin los otros dos.

LA QUINTA PLAZA

Además, hay que tener en cuenta que en el Tribunal Constitucional hay una quinta plaza en juego. La del magistrado Alfredo Montoya, que el pasado 27 de julio renunció por motivos de salud.

Se trata de una de las vacantes que corresponde cubrir al Senado. Las fuentes preguntadas por esta agencia de noticias revelan que esta quinta plaza formaba parte del cuadro completo de las negociaciones entre PP y PSOE sobre el Poder Judicial y que los socialistas estaban dispuestos a cederla a los ‘populares’ para facilitar el acuerdo.

Suspendidas dichas negociaciones, la sustitución de Montoya vuelve a ser un asunto independiente, por lo que si el PSOE lograra reunir la mayoría de 3/5 que se exige para este nombramiento en la cámara alta podría cubrir el puesto, si bien las fuentes avisan de que podría guardarse esa baza para forzar la reanudación de los contactos con el PP para renovar el CGPJ.

Sea con esta quinta plaza o no, la actual mayoría a favor del ala conservadora en el TC cambiará una vez se materialicen los nuevos nombramientos. Solo los candidatos designados por Moncloa provocarían un vuelco en beneficio de la corriente progresista.

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