El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha anunciado este martes la expulsión de al menos 25 diplomáticos y personal de la Embajada de Rusia en Madrid porque «representan una amenaza para los intereses de seguridad» de España así como por las «terribles acciones» de los últimos días en Ucrania.
En este sentido, ha denunciado que en la localidad de Bucha se han cometido «crímenes de guerra que deben ser investigados de forma inmediata y los responsables deben ser castigados por ello».
El Gobierno sigue así los pasos de varios socios de la UE, algunos de los cuales ya desde la semana pasada comenzaron a expulsar a diplomáticos rusos en relación con la invasión de Ucrania.
Las imágenes llegadas desde Bucha, una localidad próxima a Kiev de la que las tropas rusas se retiraron la semana pasada dejando tras de sí cientos de muertos, han acelerado este proceso.
Así, Lituania optó este lunes directamente por expulsar al embajador ruso del país, mientras que Alemania anunció la expulsión de 40 diplomáticos rusos y Francia de 30. Ya este martes, se han sumado a la lista Italia, con 30 expulsados, y Dinamarca, con 15.
Entre los países que ya habían procedido a expulsar a miembros de la legación rusa en sus capitales figuran Países Bajos, Irlanda, República Checa o Eslovaquia.
Por su parte, el Gobierno ruso ya ha adelantado que actuará en consecuencia. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, ha ido advirtiendo a medida que se conocían las expulsiones que «Rusia dará la respuesta correspondiente».