El hogar digital u hogar conectado supondrá una «revolución» en el consumo de determinados servicios, pero, para que los usuarios puedan aprovechar todas las posibilidades que ofrece la tecnología, deberán tener garantizadas la accesibilidad y la privacidad, según un experto.
En una entrevista con Europa Press, el director de Hogar Digital de Telefónica, Antonio Guzmán, ha afirmado que la digitalización del hogar favorece la evolución de servicios para el hogar, como por ejemplo, la seguridad física, la salud, las soluciones de Smart Energy (paneles solares, gestión eficiente de la energía) o el cuidado de mayores.
«Estamos hablando de una revolución en la que el consumo de estos servicios, que hasta ahora se hacía fuera del hogar o de una forma totalmente aislada, va a estar totalmente sumergido en una única propuesta», ha indicado.
Esto digitalización abre, además, la puerta a negocios que antes «parecían ciencia ficción», como, por ejemplo, «trasladar una hospitalización de largo recorrido a una habitación en un hogar sin perder las prestaciones de monitorización en tiempo real que podría tener una sala de hospital», ha comentado.
Según Guzmán, estas nuevas oportunidades de innovación y de negocio surgen a partir de la evolución que han ido experimentando aquellos servicios que constituyen el núcleo del hogar digital: la conectividad, las comunicaciones y la televisión, que «consolidan el hogar como un espacio claramente de futuro».
HACER ACCESIBLE LA TECNOLOGÍA
Sin embargo, Guzmán ha hecho hincapié en dos aspectos fundamentales que, en su opinión, las empresas de telecomunicaciones deben ofrecer a los usuarios del hogar digital, además de darles una conectividad «muy potente».
«La accesibilidad y la privacidad tienen que ir casi por delante del servicio en sí mismo», ha subrayado.
En primer lugar, considera esencial la accesibilidad porque muchos de los que usan la tecnología no son nativos digitales, y hay que simplificarles esa interacción.
Aunque a muchas personas de edad avanzada les ayudaría sentirse más conectadas con sus seres queridos, «no es tan fácil explicarles cómo meter una clave para una sala de reuniones de Zoom», según Guzmán.
En el caso de Telefónica –ha añadido–, se intenta eliminar estas barreras optimizando la experiencia de usuario e incorporando asistentes virtuales que, con lenguaje natural, con niveles de personalización y con cierta proactividad, «simplifiquen la manera de acceder a este tipo de tecnología para el hogar», con el fin último de «universalizar el acceso» a la misma.
Respecto a la privacidad, el directivo ha afirmado que el uso de estas herramientas tecnológicas «no debe comprometer un entorno tan íntimo como es el hogar digital».
«A título individual tenemos una relación de confianza con el terminal móvil.
Es necesario crear esa confianza en un entorno más abierto, pero igual de íntimo, como es el hogar digital», ha manifestado.
Para solventar esta cuestión, ve imprescindible generar confianza y tranquilidad, algo que se consigue mediante «un ejercicio de transparencia» y dando a los usuarios «el control sobre lo que la tecnología hace y la información que necesita para hacerlo».
ENTRETENERSE, COMPRAR Y APRENDER
Por otro lado, el director de Hogar Digital de Telefónica ha explicado cómo, con la televisión, se puede ir más allá del consumo de contenidos de entretenimiento, convirtiéndola en una ventana para nuevas experiencias digitales y un espacio donde otras empresas y socios ofrezcan sus productos y servicios.
Siguiendo esta idea, las ‘Living Apps’ de Movistar Plus+, aplicaciones exclusivas disponibles en el menú de la televisión, permiten disfrutar a los usuarios de más opciones que la mera TV.
Realizar compras para el hogar de forma sencilla y con inmediatez, acceder a redes sociales como Twitter y TikTok, disfrutar de contenido extra de video juegos, como Fortnite, o aprender a través del concepto de Edutainment (mezcla de educación y entretenimiento) son algunas de estas opciones.
Esta última opción incluye el aprendizaje de idiomas, clases de cocina o formación en finanzas, fotografía o tecnología.
Este tipo de educación complementa a la educación reglada o sujeta a un currículo académico, se basa en que el usuario elija el momento más oportuno para aprender y lo pueda hacer de forma relajada.
«Este nivel de personalización solo es posible con la digitalización», ha destacado Guzmán.
En la ‘living app’ de LinkedIn, por ejemplo, se pueden adquirir capacidades profesionales como estrategias para el emprendimiento o gestión de redes sociales y también hay cursos para desarrollar la inteligencia emocional o mejorar la gestión del tiempo.