Tamara Falcó se ha sentado esta noche en ‘El Hormiguero’ y ha hecho lo que nunca: detallar, con pelos y señales, cómo ha sido la reconciliación con Íñigo Onieva. Precisamente, la última vez que se sentó en la mesa de tertulia de Pablo Motos recibió un corte de éste por no hablar absolutamente nada cuando se le preguntaba por su supuesta relación con Hugo Arévalo.
Esta noche, Pablo comenzaba preguntándole a Tamara cómo se encontraba y ésta respondía: «estoy muy feliz» y segundos más tarde dejaba a entrever haber recibido un aviso, ya que contestaba: «frases completas es lo que quieres en 2023 ¿no? voy» y el presentador añadía: «me gustaría que te hiciera una pregunta y me contases toda la historia».
Dicho una vez, Tamara no ha necesitado escucharlo dos veces y ha comenzado a contar su historia de reconciliación con Íñigo sin freno. «Decidimos enterrar el hacha de guerra la semana de Navidad, no nos mensajeábamos porque no tenía mi móvil, pero escribió a una amiga mía y le dijo ‘dile a Tamara que vamos a hacer las paces'» comenzaba contando la colaboradora.
Una idea que a la Marquesa de Griñón le pareció bien y el día 24 de diciembre pensó «‘¿por qué no ir a misa juntos?’ y a las siete de la tarde le mandé un mensaje preguntándole si me quería acompañar a la Misa del Gallo, me dijo que tenía lío, pero que lo iba a intentar».
.@Tamara_Falco_ explica su reconciliación con Iñigo Onieva #ElDesafíoEH pic.twitter.com/JH6rbPR3Y3
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) January 12, 2023
Ese mismo día, Íñigo fue hasta casa de Isabel Preysler y se encontró con que ninguno de los familiares de Tamara sabía que iba a aparecer de la nada: «en casa somos muy civilizados y confiaba mucho en ellos», de hecho «mi primo cuando abrió la puerta pensó ‘¿se ha equivocado?’, pero estuvimos muy bien».
Tamara ha explicado que no quiso contarle a nadie de su familia que Íñigo iría a casa porque sabía que no les iba a parecer una buena idea: «¿para qué? me van a decir lo que piensan… ya que se lo encuentren. Saludó y a mi hermana le dio un ataque de risa». En cuanto a su madre: «le dije, ‘mami, alguien ha venido a saludarte’ y me dijo ‘¿quién?’ y le dije ‘me voy a misa'».
Tras esa afirmación, se entiende que Isabel no se reencontró con Íñigo ese mismo día porque los dos tortolitos se fueron «a la misa, con la mala suerte de que justo estaba la amiga del dueño del ¡HOLA! en el banco de al lado, enseguida me llamó Eduardo a preguntarme».
Ese día, el joven dejó a Tamara en casa, pero antes estuvieron hablando largo y tendido en su vehículo, una conversación que estuvo «muy bien», pero en la que «no» hubo nada más que palabras. Como la Marquesa cambió de teléfono, le dio su número y «a partir de ahí nos empezamos a mensajear».
El 31 quiso empezar bien el año y pensó que la mejor manera sería cerrando la historia con Íñigo, pero recuerda que «el 28 pasa todo lo de mami y Mario, llama mi hermana desde EEUU y entonces mi madre hizo un comentario sobre tío Julio y pensé ‘¿y si nunca se han dado una segunda oportunidad?'». En ese momento empieza a reflexionar sobre si retomar o no la relación con su expareja. Fue este comentario de su madre: «enamorada era como estaba yo de tu padre, que me rompió el corazón y no le pude perdonar», el que le hizo decantarse por darle una segunda oportunidad.
«Le escribí un mensaje y me dijo ‘Tamara son las uvas’ y yo le dije ‘son los cuartos’ y le dije ‘¿vas a venir a verme luego?'» continuaba contando Tamara y, tras las Campanadas «cogió su moto y se vino, también estaba el ¡HOLA! sacando una foto el 31 a las doce y cuarto en casa. Entonces ya se confirmaba otra vez… había foto».
Tamara ha explicado que su madre «quiere evitar mi dolor», por eso «lo que me dijo fue ‘la gente no cambia’, pero yo pensé…. y yo he cambiado» y en este sentido, está convencida de que «Íñigo se ha dado cuenta» de su error porque «la bofetada ha sido monumental y creo que sí que ha visto que había cosas en su vida que tenía que depurar, no solo lo de los cuernos».
El relato de la hermana de Ana Boyer ha terminado confirmando que va a pasar por el altar con Íñigo: «si Dios quiere», pero no ha confesado en qué fecha tendrá lugar uno de los ‘Sí, quiero’ más esperados. De esta forma, no cabe duda de que el amor ha ganado y que Tamara está de lo más feliz con esta segunda oportunidad.