El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón interrogará este martes como testigo al inspector principal del caso ‘Gürtel’, Manuel Morocho, con la intención de arrojar luz sobre unas anotaciones realizadas por el comisario José Manuel Villarejo en su agenda en 2013, en el marco de la investigación sobre la presunta operación parapolicial para espiar al ex tesorero del PP Luis Bárcenas.
El titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional ha ordenado una serie de diligencias de investigación a raíz de las agendas incautadas el pasado mes de octubre a Villarejo, algunas de las cuales permitirían acotar en el tiempo el comienzo de la ‘Operación Kitchen’, que el magistrado sitúa en el 11 de julio de 2013.
García-Castellón ha observado «varias entradas significativas» referidas a Morocho en los apuntes de Villarejo. La primera es del 29 de abril de 2013, donde junto a la entrada ORTI, supuesta alusión a José Luis Ortiz, ex jefe de Gabinete de la que fuera secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, escribe: «Aviso de problemas sobre el último informe de MOROC».
El propio instructor relaciona ese comentario con Morocho, recordando que por aquel entonces era el jefe del grupo de la UDEF que actuaba como policía judicial en la causa conocida como ‘Caja B’, que en ese momento aglutinaba todo lo relacionado con los famosos ‘papeles’ de Bárcenas.
Semanas después, el 13 de mayo, Villarejo hace otra anotación. A las siglas IHL, con las que identificaría al marido de Cospedal, Ignacio López del Hierro, añade: «Dice que MD hablará con CHISCO y con Oli y, si puede, también conmigo. Muy decidido a todo», mencionando asimismo a la ex jefa del PP, al ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez y al comisario José Luis Olivera.
Ya el 23 de mayo, reseña: CHISCO «muy mosca porque COSPE le dio gran bronca». Y, en el último apunte sobre Morocho que recoge el juez, del 16 de junio, Villarejo señala a CHISCO y apostilla «MOROCHO-LISBOA». En el mimo día, en otra entrada con COSPE, plasma: «Este MORCOC nos necesita a Losa y a mí. MOROCHO-LISBOA».
¿POSIBLE TRASLADO A LISBOA?
Así, en el auto donde imputó a Cospedal, su marido y Ortiz, el magistrado considera necesario volver a tomar declaración al inspector principal de Gürtel para preguntarle sobre las referencias a Lisboa.
Morocho ya compareció como testigo en febrero de 2019, pero entonces «no manifestó nada sobre si se le llegó a ofrecer o manejar de algún modo un posible traslado a Lisboa», limitándose a explicar que «percibió cierta inquietud entre sus compañeros cuando le preguntaban por las personas a quien investigaba».
En esa misma comparecencia, el inspector confirmó que, en enero de 2015, el entonces responsable de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) Eugenio Pino le adscribió de forma temporal a la misma durante un año y medio, sin que por ello dejara de ejercer sus funciones en la UDEF.
Sin embargo, en su testifical del pasado mes de octubre ante García-Castellón, Morocho manifestó que tuvo la impresión de que le trasladaron a la DAO para que no avanzara en la investigación sobre la red corrupta liderada por Francisco Correa.
HACIA EL FINAL DE ‘KITCHEN’
El inspector será el primero de una nueva tanda de citaciones acordadas por García-Castellón para ahondar en la investigación sobre el operativo que se habría montado desde el Ministerio de Interior con recursos policiales y fondos reservados para espiar a Bárcenas y su entorno con el objetivo de sustraerle la información comprometedora que pudiera tener sobre el PP y sus dirigentes y evitar con ello que cayera en manos de la Justicia.
El juez de ‘Kitchen’ ha imputado a Cospedal y su marido, que declararán el 29 y el 30 de junio, respectivamente, al considerar que pudieron tener una participación «decisiva» en la captación de Sergio Ríos, el chófer de los Bárcenas, como espía. El mismo 30 de junio también interrogará como investigado a Ortiz y ya el 1 de julio volverá a escuchar a Martínez y a Villarejo.
Con estas comparecencias, García-Castellón busca encajar las piezas del puzzle conformado por las últimas agendas conocidas de Villarejo, que muestran claramente dos etapas distintas, una en la que el objetivo habría sido «salvar al tesorero» y otra centrada en un «plan contra LB», donde se enmarcaría la ‘Operación Kitchen’.
El instructor subraya en su auto que, si bien estas agendas deben abordarse con «cautela», suponen un avance significativo por cuanto sí permiten «confirmar un cronograma temporal de determinados acontecimientos» relevantes de ‘Kitchen’, así como ratificar lo conocido por otras fuentes.
En este contexto, el magistrado de la Audiencia Nacional desliza que la instrucción de esta pieza separada de ‘Tándem’ se acerca a su final, al afirmar que «se vislumbra con la madurez necesaria para encarrilar la fase preparatoria».