El juicio por el crimen del vecino que pintó mensajes de amor por Velilla se inicia hoy con un jurado popular

Redacción

El asesino de Iván Vaquero, el vecino de Velilla de San Antonio que murió de una brutal paliza en noviembre de 2020, se sentará este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid.

Será un Jurado Popular el que determine si los hechos se enmarcan en un delito de asesinato, homicidio doloso o imprudente. El acusado se enfrenta a una petición fiscal de 12 años de cárcel por un delito de homicidio, una pena que eleva a 25 años la acusación particular por un delito de asesinato.

Iván Vaquero, de 39 años, falleció en el hospital tras recibir una paliza por parte de este joven, de 25 años y conocido como el ‘Sinsa’. La pelea se inició después de que el homicida le recriminara unas pintadas que había hecho en su portal contra el exmarido de su pareja, con quien días antes había roto.

La víctima, muy popular en Velilla, había realizado días antes pintadas de amor con las siglas ‘TQM’ y ‘TQMT’ dirigidas a su pareja tras tener una ruptura puntual. Detrás del crimen, estarían las pintadas que hizo en el portal de su agresor contra el exmarido de su pareja, lo que habría molestado al acusado.

En la instrucción, los testigos relataron que Iván se enfrentó a ellos después de que le reprocharan su actitud hacia un anciano el día anterior por haberle abroncado después de que le pillara haciendo pintadas en una joyería.

En el escrito de acusación, al que tuvo acceso Europa Press, el fiscal interesa también que Alberto J. C. indemnice con 110.000 euros a la madre del fallecido y 80.000 euros al padre.

El relato del fiscal recoge que los hechos se produjeron sobre las 22.45 horas del 13 de noviembre de 2020 cuando el acusado se dirigió a la calle Frascuelo esquina con Doctor Alcorta, donde se encontraba la víctima.

Al ver que éste abandonaba el lugar, cogió carrerilla y le lanzó una fuerte patada que le dio en el costado y acto seguido la emprendió a golpes con patadas y puñetazos, principalmente dirigidos a la cabeza, hasta que cayó al suelo desvanecido. Los golpes le provocaron un traumatismo craneoencefálico severo que le produjo la muerte el 15 de noviembre de ese año.

La estrategia de la defensa pasa por apuntar que se trató de un homicidio imprudente, si bien la acusación particular, que representa a la familia, califica el crimen de asesinato ya que entiende que los golpes que recibió se alejan mucho de las lesiones.

El abogado de la familia, José Luis Vegas, ha señalado a Europa Press que solicita 25 años de cárcel al apreciar que hubo un ensañamiento con los golpes y patadas propinadas a la víctima. La defensa, en cambio, reclama dos años y medio de prisión por homicidio imprudente.

«UNA PATADA EN LA CABEZA»

Según el sumario, los hechos se produjeron a las 20.30 horas de ese día poco después de que Iván V. realizara en esta ocasión pintadas en el portal donde tiene las oficinas el exmarido de su pareja y donde residía precisamente su agresor.

«Me vais a pegar entre todos», les espetó la víctima a los chavales después de recibir dos patadas. «En ese momento llegó el mayor de edad, Alberto y le preguntó si es el de las pintadas en su portal. Se quitó la chaqueta y amenazó a Iván, la novia le dijo que no hiciera nada. Alberto le dio una patada fuerte, cayó en la parte de atrás del vehículo, le agarró por el cuello y le dio dos puñetazos en la cabeza», narró uno de los testigos.

Según relató, la pelea «fue muy rápida» porque duró alrededor de un minuto. Iván se queda en el suelo inconsciente entre dos coches y Alberto se va. Ante la Guardia Civil, identificó a Alberto como el autor de los puñetazos.

Otro de los testigos presenciales manifestó ante el juez que una vez que Iván estaba en el suelo, Alberto C. Siguió golpeándole y le dio incluso «una patada en la cabeza».

«Alberto se queda en shock y se lo lleva la novia. Dan una vuelta grande y aparecen por el lateral de la casa, metiéndose en un bar que hay enfrente», explicó.

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