Julián López ‘El Juli’ dice adiós a los ruedos coincidiendo con el 25º aniversario de su alternativa, con solo 40 años -este martes cumple 41- y en uno de los momentos de mayor plenitud de su carrera.
Una retirada que ha pillado a muchos por sorpresa aunque el torero madrileño la llevaba meditando una larga temporada, y que este fin de semana ha tenido dos escenarios clave en la carrera del maestro: Las Ventas y La Maestranza.
El sábado ‘El Juli’ se despedía de la plaza madrileña y el domingo llegaba el momento de cortarse la coleta definitivamente en Sevilla, y arropado por un sinfín de rostros conocidos; Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz, Miguel Báez ‘El Litri’ y Casilda Ybarra, José Mari Manzanares y Rocío Escalona, Cayetana Rivera y Manuel Vega, Pedro Trapote o Inés Domecq entre otros, eran testigos del adiós del torero a los ruedos.
Y, como no podía ser de otra manera, ‘El Juli’ -que compartió cartel con Sebastián Castella y Daniel Luque- se llevó el aplauso unánime de La Maestranza aunque en esta ocasión no salió por la puerta grande al cortar solo una oreja, emocionándose casi hasta las lágrimas al pisar por última vez el albero de la plaza sevillana.
«La verdad que ha sido un sueño todo, como ha fluido y muy agradecido con el cariño demostrado por los compañeros, por el público, la afición, ha sido algo inolvidable y realmente emocionante» ha confesado con una gran sonrisa ante los micrófonos de Europa Press tras la corrida.
Un adiós a los ruedos que, como asegura, es definitiva: «Sí, de momento se ha acabado una etapa muy importante, muy bonita».
Por delante, numerosos proyectos de futuro, pero el primero, «descansar». «Ahora a disfrutar de la familia y un tiempo tranquilo» desvela, confirmando así que los próximos meses aprovechará para estar todo el tiempo posible con su mujer, Rosario Domecq -con la que lleva 16 años de feliz y discreto matrimonio- y con sus tres hijos: los mellizos Rosario y Fernando (12) e Isabel (9).