El Kremlin ha asegurado que el inédito contacto telefónico del miércoles entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, evidencia el consenso entre ambos para llegar a «una solución política, negociada» al conflicto de Ucrania, a la espera no obstante de que el futuro trabajo conjunto pueda traducirse en «resultados».
El compromiso de Moscú y Washington es retomar «de inmediato» este diálogo, tal como expuso el propio Trump, que incluso dio por hecha una futura reunión y planteó Arabia Saudí como posible escenario. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha matizado ante los medios que «los detalles (del encuentro) aún deben tramitarse».
Asimismo, considera que aún es «pronto» para hablar del futuro marco negociador. Peskov ha pedido «paciencia» ante preguntas sobre una potencial implicación de países europeos o de China, que se ha ofrecido en reiteradas ocasiones como mediador, según las agencias de noticias rusas.
Trump y Putin tampoco hablaron en su conversación del miércoles del futuro de las sanciones impuestas sobre Rusia a raíz de la invasión de Ucrania, como ha confirmado Peskov, que ha insistido en que Moscú sigue considerando «ilegales» este tipo de medidas, que «violan todas las reglas comerciales».
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha expresado su «sorpresa» por el «estupor» que parece haber causado la llamada entre ambos líderes como si no hubiera sido «una conversación normal y corriente entre dos personas educadas».
«Me ha sorprendido que el mundo entero haya caído en una especie de estupor», ha manifestado Lavrov durante una rueda de prensa en Moscú junto a su homólogo tayiko, Sirojiddin Muhriddin, de visita oficial en la capital rusa, recoge la agencia TASS.
Lavrov ha responsabilizado de este asombro a la postura de la administración de Joe Biden durante todo el conflicto y reprocha que los países europeos se hayan dejado arrastrar por la idea de que el diálogo no es viable, optando por el «lenguaje de las amenazas, las sanciones y el de armar al régimen nazi de Kiev».
«A juzgar por la sorpresa, el estupor que causó la conversación telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump, a juzgar por todo lo que está sucediendo en Ucrania, todo lo que está haciendo el régimen nazi de Zelenski, Occidente ha comenzado a dar por sentado que así es como hay que comunicarse con Rusia», ha dicho.