El libro ‘Memorias de un cronista vaticano’, imagina un Papa que llega de la Luna en el 4.344

Alvaro San Román

El libro ‘Memorias de un cronista vaticano’ (Kolima Books), escrito por el profesor, comentarista y expolítico José Ramón Pin Arboledas y la periodista de Europa Press María Pin Gómez -padre e hija-, que imagina un mundo en el año 4.344 en el que el Papa llega de la Luna, busca ser un «aviso» ante una «invasión de un pensamiento políticamente correcto».

«Hay una invasión de un pensamiento políticamente correcto que tiene como objetivo desprestigiar a determinadas instituciones, entre ellas, la Iglesia católica, y nos pareció que había que dar una serie de mensajes», ha explicado José Ramón Pin Arboledas, en una entrevista con Europa Press.

Estos mensajes se entrelazan en una trama de enredos e intrigas que involucran a las más altas esferas políticas, eclesiásticas, a los medios de comunicación y a coaliciones financiero-políticas-teológicas.

«Aunque está fijada en el año 4.344, la gente va a ser igual, pensamos que la gente va a tener sus deseos, tentaciones, vicios, virtudes y el deseo de poder, y hay que explicar que el ser humano va a ser más o menos igual a lo largo del tiempo y que instituciones como la Iglesia católica no van a desaparecer sino todo lo contrario, van a ser siempre útiles y necesarias en la sociedad», ha detallado Pin Arboledas.

También considera que será necesario en ese futuro, tal y como aparece en el libro, un gobierno global para que el mundo no pueda ser «destruido» aunque, por otra parte, advierte de que «hay que tener mucho cuidado» para que ese gobierno global no sea «secuestrado por una determinada ideología o por unos determinados grupos de interés, grupos económicos o incluso ideológicos». «Es un aviso, pero con esperanza», ha matizado.

Además, en ‘Memorias de un cronista vaticano’, la humanidad no solo sigue existiendo en el año 4.344 sino que ha establecido una colonia en la Luna y está pensando en expandirse en colonias estelares debido al problema demográfico.

Precisamente, la trama gira en torno a una proposición de ley que quiere restringir a los sacerdotes célibes el viaje a otras colonias espaciales, señalando que los próximos colonos, aunque sean solteros, deben comprometerse a ayudar a la procreación humana y a formar familias.

Lo que sucede a partir de aquí, lo descubre el lector gracias al relato que hace uno de los protagonistas, el ‘cronista vaticano’ que es confirmado en su cargo por el Papa Calixto X, proveniente de la Luna, nada más ser elegido Pontífice.

«Como pasa siempre, prácticamente desde el nacimiento de la Iglesia católica, el celibato de los sacerdotes ha sido atacado desde fuera y desde dentro de la propia Iglesia, dentro de 20 siglos sigue, y el gobierno global que es heredero del pensamiento políticamente correcto que estamos viviendo estos días intenta poner trabas para que los sacerdotes católicos no vayan a las colonias estelares», explica Pin Arboledas.

Más allá del hecho de que haya una colonia en la Luna o que los taxis sean voladores, los autores del libro han imaginado un mundo en que los asuntos políticos e incluso la forma de vivir no han cambiado tanto –se sigue comiendo helado o platos italianos tan típicos como la lasaña o la pizza–.

«Los políticos van a tener sus intereses económicos e ideológicos, van a intentar influir en la sociedad, y eso significa que tenemos que pensar que lo que está ocurriendo en el siglo XX y XXI va a condicionar muchísimo lo que va a ocurrir en siglos posteriores, estamos en una especie de curva de cambio, en un momento en que lo que hagamos ahora puede derivar en una sociedad libre, en la que la gente pueda opinar, o en una sociedad en la que haya un pensamiento prácticamente dominante que condicione a las personas. Lo que tenemos es que defender la libertad, es un canto hacia la libertad», ha explicado.

Asimismo, el libro deja abiertas algunas preguntas y dilemas morales para el futuro que recuerdan a hechos del pasado –como el descubrimiento de América–, como por ejemplo, «si la religión católica es solo para la especie homo sapiens» o si, por el contrario, se debería evangelizar a posibles civilizaciones extraterrestres.

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