El Real Madrid se impuso (3-1) este domingo al FC Barcelona para adjudicarse El Clásico y ponerse líder en solitario a base de ‘pegada’, con los goles de Karim Benzema, Fede Valverde y Rodrygo, de penalti, para reforzar su estado de felicidad y ahondar en la herida de un conjunto azulgrana deprimido con un planteamiento algo pobre, que solo estuvo cerca de la victoria en los últimos diez minutos con un tanto de Ferran Torres.
Los de Carlo Ancelotti, que ganó la partida táctica a Xavi, se escudaron en su camaleónico estilo para sacar el máximo partido a sus pocos acercamientos peligrosos sobre la meta de Ter Stegen. Aupados por unos estelares Toni Kroos y Fede Valverde, dueños del centro del campo, los merengues salen reforzados de un Clásico que siempre estuvo más cerca de la orilla blanca que la azulgrana.
El gol de Benzema antes del primer cuarto de hora de juego asentó las bases del completo y serio partido del Real Madrid, que encontró en el 2-0 antes del descanso su barca salvavidas para navegar seguro y con confianza lo que restaba de encuentro. El solvente triunfo pone en lo más alto a los madridistas con 25 puntos, tres más que el Barça.
Los catalanes estuvieron siempre a remolque en un gris encuentro. Xavi eligió a De Jong en detrimento de Gavi, pero el experimento no funcionó, hasta que cuando restaban 10 minutos Ferran, que salió en la segunda mitad, acercó a los azulgranas a un empate que no llegó y sí el definitivo 3-1 de Rodrygo.
Tras los minutos típicos de tanteo, con el balón en mano de los azulgranas y el Real Madrid replegado y agazapado, fue el Barça el primero en probar con un disparo lejano de De Jong que atrapó fácil Lunin. Los blancos respondieron con un lanzamiento dentro del área de Vinicius que tocó en un defensor y rozó el palo.
Con el paso de los minutos el conjunto merengue fue creciendo, con mucha más claridad y sentido a la hora de mover el balón y adelantando líneas. Esa superioridad se tradujo en el 1-0 en el minuto 12 con un gol de Benzema. El Real Madrid recuperó el esférico tras una buena jugada de Pedri, y tras un esfuerzo del alemán ‘diésel’ Kroos, Vinicius se plantó solo ante Ter Stegen.
El brasileño no pudo completar su cabalgada por un mal último toque, pero el rechace le cayó a Benzema, que con la izquierda y ya sin portero, no falló. El primer tanto del francés en el Bernabéu este curso, cerrando una racha negativa de cara a gol desde el 28 de agosto.
Los blancos comprendieron que a partir de ahí empezaba otro partido, y dieron un paso atrás en la presión, para ponerse la base de su defensa en el famoso bloque bajo. No tener el balón no parecía molestar a los madridistas, acostumbrados a este tipo de partidos y esperando la mejor oportunidad para ‘matar’ a los culés. Sin embargo, el conjunto catalán empezó a confiar y crecer a base de largas posesiones. Pedri conectó una pared con Raphinha y el pase del brasileño no pudo rematarlo Lewandowski en el 25′.
Era el inicio de un bajón blanco, algo más indeciso y menos contundente atrás, incapaz de salir de su campo con el balón controlado. El Barça tuvo un par de ocasiones más, pero sin hacer trabajar al meta ucraniano. Pero en el peor momento merengue en El Clásico, la ‘pegada’, como otras tantas veces, se puso del lado del Real Madrid, que puso el 2-0 en una jugada aislada.
La defensa culé despejó mal y el balón le llegó a Vinicius, que caracoleó hasta encontrar en la izquierda a Mendy. El lateral fue el más listo de la clase para ver en la frontal a Valverde, que disparó potente y raso, imposible para Ter Stegen.
FERRAN TORRES PONE EMOCIÓN
Ya en la segunda mitad, el orden del Real Madrid siguió como protagonista. Benzema convirtió el 3-0 pasado el 50′, pero su tanto con un disparo con la izquierda cruzado invalidado por fuera de juego del francés. Los blancos olían la sangre, incluso con los olés de la grada en una de las mejores combinaciones blancas del encuentro, aupados por un Kroos excelso en la construcción y tareas defensivas.
Ya con los cambios realizados en los dos equipos, el Barça encontró premio, sin mucho esfuerzo, cuando restaban 10 minutos. Ferran, que sustituyó a Raphinha, culminó una gran jugada de Ansu Fati por la izquierda. Los azulgranas se metían en el partido, con un Real Madrid algo desconcentrado. El último empujón fue insuficiente, más aún cuando un penalti que revisó el VAR sobre Rodrygo de Eric García lo convirtió el extremo brasileño para poner el definitivo 3-1 y sentenciar El Clásico.