El RCD Mallorca venció este miércoles por 3-2 al Girona FC, con doblete incluido de su delantero Abdón Prats, y se clasificó así para las semifinales de la Copa del Rey, tras una eliminatoria de cuartos a partido único y que el equipo bermellón resolvió a la media hora.
Son Moix vibró con sus jugadores, que desde el inicio neutralizaron al sorprendente líder de LaLiga EA Sports. A pesar de que el Girona no había cambiado demasiadas piezas de su habitual versión liguera, echó de menos la velocidad de Yan Couto y el martillo pilón de Artem Dovbyk.
Y bien que lo aprovechó el conjunto local, espoleado por Abdón Prats con una buena oportunidad en el minuto 4. Poco después fue su compañero en ataque, Cyle Larin, quien puso en serios apuros al guardameta Juan Carlos Martín con un potente disparo desde la corona del área.
Sin casi capacidad de reacción entre los pupilos de Míchel Sánchez, el Mallorca abrió el marcador tras un esprint de Dani Rodríguez por la banda derecha en el 21′, ganándole la carrera a Aleix García hasta dar un pase ‘de la muerte’ que empujó Larin con tino al fondo de las mallas.
La respuesta de los visitantes no tardó en llegar, por mediación de un zurdazo que enganchó Savinho Moreira y que el portero bermellón, Dominik Greif, envió a saque de esquina con mucha destreza. Solo tres minutos más tarde, Prats hizo el 2-0 con otro zurdazo; en su caso, un despeje flojo de Daley Blind se quedó en la frontal y el ‘9’ local no lo malgastó, conectando un fuerte disparo que Juan Carlos casi ni olió.
Cumplida la media hora, Larin se desmarcó desde muy lejos y controló la pelota en un costado, tiró hacia portería y el esférico dio en el brazo derecho del defensa Antal Yaakobishvili mientras éste se giraba. A instancias del VAR, el árbitro José Luis Munuera Montero decretó el penalti y Prats se benefició de ello, marcando con la zurda el 3-0.
Los de Míchel eran una sombra de lo que habitualmente son en Liga, así que el entrenador vallecano introdujo en el descanso a Couto y a Dovbyk, pasando a tener un esquema 4-2-4. Pero no parecía la tarde idónea para una remontada épica, pues el Girona no iba a tumba abierta.
SAVINHO DA AMARGA ESPERANZA EN EL DESCUENTO
Eso sí, un atisbo de esperanza tuvieron los gerundenses en el minuto 66, a raíz de un penalti cometido por Antonio Raíllo debido a un agarrón a Cristhian Stuani. El central bermellón recibió una primera tarjeta amarilla por ese lance y, acto seguido, Munuera Montero le mostró una segunda amarilla por las ostentosas protestas.
El propio Stuani transformó la pena máxima y aún quedaban minutos de sobra para buscar el empate, que pese a todo nunca llegó. Lo había intentado el Girona con varios centros de Couto, con Dovbyk como su principal objetivo, pero al ariete ucraniano le faltó puntería.
La tuvo en el 87′ con una volea desde el segundo palo, que se marchó por encima del travesaño, y Stuani en el descuento efectuó un cabezazo en el área pequeña que, sin embargo, no dio trabajo a Greif. Sí batió Savinho al portero eslovaco en ese tiempo de prolongación, con un tiro raso con su bota derecha tras una pared con Dovbyk a trompicones.
No obstante, los pupilos de Javier Aguirre aguantaron el ímpetu del Girona en un desenlace tenso, repleto de nervios y que, después del pitido definitivo de Munuera Montero, significó el primer tropiezo del cuadro gerundense en una temporada 2023/24 que esta siendo de ensueño.