El muérdago, una planta cargada de simbolismo y tradición, ha sido utilizado durante siglos en rituales para atraer buena fortuna, amor y prosperidad. Esta planta ha sido considerada sagrada en culturas como la celta, y se ha convertido en un símbolo de renacimiento y energía positiva, especialmente al iniciar el Año Nuevo.
El final de un año es una oportunidad para reflexionar, aprender y prepararse para el nuevo comienzo. Cerrar un año con consciencia permite hacer un balance de las experiencias vividas, identificar logros y aprendizajes, y soltar aquello que ya no sirve, liberándonos emocionalmente para recibir lo que el nuevo ciclo tenga reservado.
Según la tradición, el muérdago crea una barrera contra las energías negativas. También se cree que atrae la armonía y refuerza los lazos familiares, ayudando a que se reciba el nuevo año con paz y buenas vibraciones.
La propuesta es ir a un lugar de la naturaleza donde haya muérdago y colocarse frente a él para liberar todo aquello que se quiera dejar atrás. Dedicar un momento a repasar lo vivido, ayuda a reconocer los desafíos que superamos y a agradecer los momentos de alegría y crecimiento. Este ejercicio fomenta la gratitud, una práctica que, según estudios, mejora el bienestar emocional y la perspectiva de vida.
Cerrar ciclos pendientes es crucial para entrar al nuevo año sin cargas innecesarias. Perdonar, establecer metas claras y despedirse de hábitos poco saludables crea espacio para las nuevas oportunidades. Enfocar la energía en lo que se quiere atraer, ya sea crecimiento personal, bienestar o proyectos específicos, es una predisposición a que se haga posible.
Más allá de su mística, este ritual invita a reflexionar sobre nuestras intenciones y a construir un ambiente de optimismo y protección hacia el nuevo año.
Se realizará el ritual el 28 de diciembre en Segovia y el 29 de manera virtual (actividades@espacioargenta.es). Instagram: Bikini Fest. Un proyecto de Espacio Argenta.