El Museo Lázaro Galdiano exihibirá a partir de este martes la obra ‘Interior con helecho negro’, uno de los últimos óleos pintados por Matisse antes de dedicarse, casi exclusivamente, a sus papiers découpées.
Esta obra aglutina todos los ingredientes que hicieron de Matisse un artista imprescindible de la historia del arte del siglo XX. En ella, la armonía entre la figura, los objetos y el espacio exterior e interior es alcanzada, por una parte, a través de la técnica empleada: una pincelada que varía según el área representada.
Por otra, a través del empleo de diversos planos de color: el papel pintado de rojo con un patrón geométrico regular, la alfombra amarilla punteada en negro, el jarrón decorado con puntos blancos, el círculo verde del tablero de la mesa o el rectángulo negro en la parte inferior que sirve de fondo a la firma del artista ‘Matisse / Vence / 1948’.
Asimismo, la composición se ve equilibrada con la presencia de una mujer sentada, sin rasgos, vestida de blanco, situada de manera opuesta a la ventana abierta de la parte superior derecha. Finalmente, el vínculo entre el espacio exterior e interior viene dado por la presencia del helecho negro.
Matisse alternó su residencia entre París y Niza, con una estancia prolongada en Saint-Paul de Vence desde 1943, donde realizó la decoración de la capilla del Rosario, así como la pintura que se expone en el Museo Lázaro Galdiano hasta el 31 de octubre de 2021.
La presentación de la pintura de Henri Matisse, ‘Interior con helecho negro’, es fruto de la colaboración entre la Fundación Beyeler y el Museo Lázaro Galdiano. El próximo otoño, ‘El Aquelarre’ de Francisco de Goya, Tres pruebas de estado de los Disparates o Proverbios -Disparate de tontos o toritos, Disparate puntual y Disparate femenino- y la litografía con el Retrato del impresor Cyprien Gaulon, viajarán desde el museo madrileño a Basilea para participar en la exposición ‘Goya’.