El Museo Picasso Málaga (MPM) ha presentado este lunes ‘Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra’, una nueva remodelación de la colección que muestra más de 140 obras de Pablo Picasso (1881-1973), diez de las cuales es la primera vez que se exponen en España.
Las salas de la colección mostrarán la unidad general de la obra de Picasso en lugar de dividir su arte en períodos o estilos concretos. Pinturas, esculturas, dibujos, cerámicas y obra gráfica revelan nuevas conexiones entre el trabajo de Picasso y desafiando las clasificaciones tradicionales.
Así, durante los próximos tres años el Museo Picasso Málaga albergará en las salas de la colección la exposición ‘Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra’. Con una estrecha colaboración entre el Museo y la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA), las obras expuestas en las galerías se renuevan para mostrar ciento cuarenta y cuatro obras que, en conjunto, desvelan la personalidad de Pablo Picasso (1881-1973) y su extraordinaria capacidad para crear las estructuras innovadoras que lo convirtieron en uno de los artistas más influyentes de los tiempos modernos.
El comisario de esta transformación, el profesor de Historia del Arte de la Familia Kluger en el Trinity College de Hartford, Connecticut (EEUU), Michael FitzGerald, ha afirmado que «la creatividad de Picasso surgió de dos inspiraciones aparentemente contrapuestas: innovación y retrospección» y también que «la interacción de estos dos conceptos define los caminos creativos que le permitieron integrar el cubismo, el clasicismo, el surrealismo y sus otras innovaciones en la unidad de trabajo de toda una vida».
Basándose en estas percepciones, la exposición está concebida para involucrar al espectador en el proceso creativo del artista y estimular su imaginación, creando una nueva cartografía para comprender el trabajo de este gran maestro y creador.
Intelectualmente, se rompe con las divisiones convencionales de la obra de Picasso –especialmente por periodos estilísticos y biográficos– para proponer la posibilidad de entender su carrera como un corpus artístico unificado.
La mayoría de los estudios aborda los 80 años de trabajo de Picasso según categorías estilísticas, como la época azul y la época rosa; el cubismo, el clasicismo y el surrealismo, al punto de que su obra pareciera quedar reducida a fragmentos aislados que se acumulan unos sobre otros. Otro enfoque de análisis, toma la biografía del artista como punto de partida y las compartimentaciones se efectúan a partir de sus relaciones con las mujeres y periodos como Fernande Olivier, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque.
Estas divisiones ocultan la unidad de su trabajo, por lo que la selección y yuxtaposición de las obras que conforman ‘Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra’ desafían esta segmentación reconectando las etapas de la carrera de Picasso.
En una miscelánea de etapas y también de técnicas –pinturas, esculturas, cerámicas, dibujos y obra gráfica– las nuevas conexiones ilustran la manera en la que la creatividad del artista permaneció arraigada tanto en sus creaciones anteriores como en sus últimas innovaciones.
La nueva transformación del Museo Picasso Málaga revela al visitante la coherencia de la producción del artista, apartándose de las convencionales interpretaciones y presentando en cada sala de la colección obras procedentes de distintas décadas de su carrera. En pocas palabras, se busca ver a Picasso como una totalidad.
UN PASEO POR EL PALACIO DE BUENAVISTA
‘Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra’ ofrece al espectador la posibilidad de percibir relaciones a lo largo de la carrera de Picasso al combinar obras de diferentes décadas en la misma sala, subrayando así la continuidad creativa del artista y los constantes intercambios entre sus diversos estilos y técnicas conforme a los acontecimientos de su vida.
Estos saltos a lo largo y ancho de la obra de Picasso, producen nuevas conexiones entre obras que raramente se han comparado y demuestra que la asombrosa creatividad de Picasso permanecía arraigada a sus producciones anteriores.
Para introducir a los visitantes en esta idea, ya la primera sala presenta un salto en la carrera del pintor desde finales de la década de 1890 hasta 1970. Pese a la gran variedad del arte de Picasso, los temas de sus obras se ciñen, en gran medida, a las formas tradicionales del arte occidental: la figura humana, la naturaleza muerta y el paisaje.
El minotauro, la corrida de toros, la familia, el erotismo, entre otros, se presentan en el Museo Picasso Málaga en óleos, grabados, esculturas y cerámicas, en una amplia gama de estilos y a lo largo de toda una vida. Cada una de las galerías muestra cómo Picasso renovó el arte redefiniendo tradiciones e inventando nuevas formas de expresión artística.
Las obras del artista expuestas en la muestra abarcan desde el año 1895 hasta el año 1972. Gran parte de lo expuesto forma parte de la nueva cesión temporal realizada recientemente por la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA), incluyendo tres óleos, una escultura, una cerámica, tres dibujos y dos cuadernos de dibujo que por primera vez se podrán contemplar en nuestro país.
En este grupo de obras nunca antes expuestas en España, destacan los óleos ‘Paul (hijo del artista)’ (1922) y ‘Cabeza de mujer’ (1928), así como la escultura ‘Mujer acodada’ (1933) y un ‘Plat espagnol decorado con una cabeza de toro’ (1957).
Así, ‘Paul (hijo del artista)’ es un retrato que Picasso hizo de su primer hijo cuya representación en forma de boceto transmite tanto la informalidad de un niño atrapado en ese momento como la elegante belleza del resurgimiento de los estilos clásicos de Picasso.
La pintura ‘Cabeza de mujer’ enfrenta a los extremos de emoción y las oscuras profundidades de la psique que el surrealismo convirtió en el tema principal del arte e inspiró gran parte del arte de Picasso a finales de los años 1920 y 1930. Por su parte, ‘Mujer acodada’ explora las posibilidades que ofrece el yeso como soporte; y en el ‘Plat espagnol decorado con una cabeza de toro’, los ojos, el hocico aplastado y la boca ancha evocan una vez más la combinación de ser humano y bestia del Minotauro, y tal vez incluso, al propio Picasso.
El nuevo recorrido por el Palacio de Buena vista incluye también tres esculturas africanas que pertenecieron a la colección particular de Pablo Picasso.
Como novedad, se han ubicado en las salas de la colección cinco pequeñas ‘Exposiciones foco’, comisariadas por investigadores involucrados en el Programa de Investigación la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA), que presentan estudios en profundidad de cuestiones centrales para el desarrollo artístico de Picasso.
Estos temas abarcan desde su relación con la escultura africana, que muestra obras africanas de la propia colección de Picasso, a cargo de Joshua I. Cohen; hasta sus pinturas sobre paneles de madera, comisariada por Meta Maria Valiusaityte; sus esculturas en yeso en la década de 1930, de Rocío Robles Tardío; su vida en París durante la Segunda Guerra Mundial, por Blair Hartzell; y el enorme mural que pintó en 1957-58 para la sede de la Unesco en París, comisariada por Giovanni Casini.
Por último, como es habitual, el Museo Picasso Málaga ofrecerá un continuado programa de actividades culturales en torno a esta exposición. Entre otros, este martes el auditorio Christine Ruiz-Picasso albergará una conferencia inaugural al cargo del comisario Michael FitzGerald.