El Museo Picasso Málaga (MPM) abrirá este martes al público la exposición ‘Maria Blanchard, pintora a pesar del cubismo’, una muestra monográfica organizada por el propio museo, que presenta un recorrido cronológico por las diferentes etapas en la vida artística de la pintora cántabra (Santander, 1881- París, 1932), poniendo de relieve la riqueza simbólica, el compromiso social, la complejidad formal y el carácter innovador propios de su trabajo en su relativamente corta trayectoria artística.
El trabajo de Blanchard no fue suficientemente valorado en un contexto cultural que entonces creía en la inferioridad femenina artística. Pintora comprometida con su modo particular de vivir y de crear hasta el final, traspasó los límites de los estereotipos de género.
Contribuyó al movimiento moderno por ser la primera mujer en España que utilizó sistemáticamente el método cubista para construir imágenes. La combinación de elementos geométricos y una hábil simultaneidad de puntos de vista, dan un carácter único tanto a las imágenes más abstractas de su primera época como a sus composiciones figurativas poscubistas, realizadas a partir de 1920.
Su repertorio temático de maternidades, escenas domésticas, niños o mujeres trabajadoras, refleja una sentida preocupación femenina por la vulnerabilidad de la condición humana y el poder evocador de las emociones. Aspectos éstos que enfatiza con un impecable dominio técnico y un evidente interés por la historia y la tradición de la pintura europea.
Comisariada por José Lebrero Stals y con el patrocinio de la Fundación Unicaja, esta retrospectiva reúne 85 óleos, pasteles y dibujos de una pintora española considerada la gran dama del cubismo.
Entre las obras prestadas para la ocasión, destacan La comulgante (1914), La dama del abanico (1913-1916), La boloñesa (1922-1923) y La echadora de cartas (1924-1925). Asimismo, el pastel sobre papel Joven en la ventana abierta (1924) es la primera vez que se expone fuera del Reino Unido, tras su adquisición por la Courtlaud London en los años 30. La exposición acoge también dos obras de María Blanchard, nunca antes expuestas, El almuerzo (1922) y La niña de la pulsera (1922-1923).
MARÍA BLANCHARD. UNA ESPAÑOLA EN PARÍS
María Blanchard nació en Santander en 1881, el mismo año que Pablo Picasso, y migró a Paris en los inicios del siglo XX, en donde nunca dejaron de ser extranjeros. Esta mujer valiente e inteligente, que en su momento obtuvo gran reconocimiento en el círculo parisino de sus colegas pintores, fue sin embargo poco valorada por la historiografía de las vanguardias durante la primera mitad del pasado siglo, en un sistema del arte dominado por un tipo de masculinidad que la silenció y excluyó.
José Lebrero Stals, comisario de esta muestra, asevera que «en 2024 sigue habiendo suficientes motivos para insistir, una vez más, en mostrar retrospectivamente y en detalle su obra, exponiéndola de nuevo casi cien años después de su fallecimiento».
A los 22 años, su pertenencia a una familia acomodada y habiendo sido educada en un entorno intelectual, le permitió iniciar estudios de arte en Madrid. Retratos de seres queridos de estilo académico surgieron de sus pinceles, temas propios en aquel ambiente artístico conservador.
Viajó por primera vez a Paris en 1909, la capital internacional de la modernidad, en donde descubrió la radicalidad estética de las vanguardias y contactó con algunos de los protagonistas del nuevo arte: Juan Gris, Diego Rivera, Vicente Huidobro, Marie Vassilieff o el propio Picasso, entre otros.
En 1915 el escritor y activista Ramón Gómez de la Serna, la invitó a participar en Madrid en «Los pintores íntegros», la primera y provocativa exposición cubista que fue cerrada por las autoridades a los diez días de su inauguración. Las feroces y despectivas críticas machistas que recibió su obra expuesta, así como su decepción ante la desolación artística de nuestro país, la impulsaron ese mismo verano a fijar definitiva residencia en París en una búsqueda personal de aires de renovación y experimentación artística.
Es entonces cuando dejó de firmar como María Gutiérrez o Gutiérrez-Cueto para hacerlo con el apellido francés de su madre, Blanchard. En la capital de la luz se unió decididamente al grupo de artistas cubistas, en donde destacó con personalidad propia dentro del movimiento. Esa esencial parte de su legado pictórico, aun siendo corta en el tiempo, la convirtió en una de las más importantes figuras internacionales del movimiento cubista.
En el transcurrir de los años veinte, su trayectoria creativa continuó evolucionando hacia una fase post cubista centrada en la condición humana y el mundo cotidiano femenino e infantil, mediante un pulcro dominio técnico y un estudioso interés por la tradición de la pintura española, francesa y flamenca.
Su trabajo pictórico fue mudando hacia una figuración muy distintiva que, como evidencia la exposición ‘María Blanchard. Pintora a pesar del cubismo’, le aportó también prestigio y reconocimiento.
El MPM vuelve así a apostar por la labor de poner en valor a la mujer artista del siglo XX, tras anteriores muestras dedicadas a Sophie Taeuber-Arp (2009), Hilma af Klint (2013), Louise Bourgeois (2015); Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo (2017); y Paula Rego (2022).
Cerca de 50 instituciones museísticas y grandes colecciones han prestado obra para esta exposición, destacando, entre otras, el Centre Georges Pompidou, Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Nacional del Prado, Museo Thyssen Bornemisza, Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Musée de Beaux Arts de Nantes, o el Sprengel Museum de Hannover; así como un gran número de colecciones particulares.
PUBLICACIÓN Y PROGRAMA CULTURAL Y EDUCATIVO
Con motivo de la exposición, el MPM ha editado, en una edición en español y otra en inglés, un catálogo de la muestra con más de 200 páginas profusamente ilustradas y textos de José Lebrero Stals, Andrea Weiss, Griselda Pollock, Xon de Ros, Paula J. Birnbaum.
Cuenta además con una biografía realizada por la doctora en Historia del Arte y especialista en la obra de Blanchard, María José Salazar, así como pequeños extractos de escritos de Ramón Gómez de la Serna, Gerardo Diego, José Bergamín, André Lothe o Federico García Lorca.
Como es habitual, el MPM ofrecerá durante los meses en los que desarrolla esta exposición un continuado programa de actividades culturales. Se celebrarán una serie de encuentros en los que participarán el propio comisario de la muestra, José Lebrero, y reconocidos expertos.
También se llevará a cabo un nuevo ciclo de ‘Conversaciones con…’ que posibilita realizar una visita guiada por la muestra de la mano de especialistas, como Belén Torregrosa, profesora asociada de la Universidad de Navarra o Lorea Alfaro, artista y docente en la facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.
Para los más pequeños, el departamento de actividades culturales y educativas del Museo Picasso Málaga ofrecerá también un espectáculo de marionetas y cuentacuentos el 25 de mayo y los habituales talleres de verano en el mes de julio, en esta ocasión en torno a esta exposición. Para la comunidad educativa, se proponen visitas participativas para distintos niveles educativos, sesiones de formación para el profesorado, así como el proyecto ‘Blanchard hoy’, que tiene como objetivo generar sinergias entre el museo y el público joven en colaboración con la facultad de Historia del Arte de la Universidad de Málaga.