El nuevo libro de Guillermo Hermida enseña a “no alimentar al tigre de la ansiedad”

Redacción

“La ansiedad es un tigre que tú creas y que tú alimentas, así que en tu mano está acabar con él” por inanición. Esta es la tesis principal del nuevo libro del escritor ciego Guillermo Hermida, un ensayo con tintes autobiográficos “para todas aquellas personas que sufren ansiedad, sus familiares y amigos y, según el autor, «especialmente recomendable» para personas ciegas y con discapacidad.

Bajo el título ‘Vivir con ansiedad: Cómo vencer al tigre que te acompaña donde vayas’, el libro explica en primer lugar desde un punto de vista biológico en qué consiste la ansiedad, propone una serie de herramientas prácticas para controlarla, reflexiona sobre la medicación, y sugiere pautas de vida sana.

”Yo he estado más de 20 años con ataques de ansiedad constantes, medicándome y cambiando de psicólogo”, confiesa a Servimedia Guillermo, que ha escrito esta obra “con afán divulgativo” y en un lenguaje claro y cercano. Eso sí, “ha sido supervisada por un experto en psicología, puesto que yo no lo soy”, aclara.

“El objetivo no es sustituir a ninguna terapia ni a los especialistas», prosigue, sino “ayudar a salir del pozo a quien esté en una situación como la mía, para que no pase tanto tiempo dando de comer a su tigre particular”. Esto es lo que Guillermo, según él mismo mantiene, hizo durante muchos años hasta que conoció a Lidia, “una terapeuta bastante heterodoxa” que le cambió la vida.

“En diez sesiones me enseñó las herramientas fundamentales para lidiar con la ansiedad. Luego, me tocó a mí pasar el mal trago de ponerlas en práctica”, rememora.

Para Guillermo, “resultaba sorprendente” el poco interés de su psicóloga por los síntomas y emociones en que se manifestaban los ataques de ansiedad. “Yo llegaba cada semana y empezaba a relatarle los ataques que había tenido y cómo me había sentido”, explica, “pero ella me cortaba enseguida”. “Eso es regodearse, eso es engordar al tigre, solía decirme”.

Del mismo modo, una vez identificada la causa que generaba la ansiedad de Guillermo y los incidentes críticos que la desencadenaron -la muerte de su padre y un accidente de avión-, Lidia tampoco quiso volver una y mil veces a ellos. “¿Para qué? El pasado existe y no se puede cambiar”, apunta Guillermo. “Lo que sí podemos hacer es aprender a mirarlo de otra manera y establecer una relación distinta con los recuerdos y los hechos”. De este forma, “el tigre que un día yo creé por mi miedo a la muerte” dejó de recibir comida y desapareció.

Lo difícil, en opinión de Guillermo, “es comprender que la ansiedad la generas tú y que tú la alimentas». “Con cada ruego para que no te dejen solo en casa, cada cita que cancelas por miedo a un ataque, cada viaje que no haces y cada itinerario que cambias le das de comer al tigre”.

“Esto es lo que me gustaría transmitir con este libro”, apunta, «que recomiendo tanto a las personas con ansiedad como a sus amigos y familiares». De hecho, lleva dos semanas publicado en Amazon, y “no paro de recibir correos de personas que lo han leído y se han animado a hablar del tema y a pedir ayuda”. “Solo con eso, el esfuerzo vale la pena”.

MÁS ANSIEDAD

Pero, además, Guillermo identifica un grupo de personas a las que “seguro que les viene muy bien” esta lectura. Se trata de las personas ciegas que, al igual que el autor, “experimentan un nivel de alerta muy elevado de forma habitual”.

“Entre el 85 y el 90% de la información que un ser humano recibe llega a través de la vista”, detalla, por lo que “sin querer, el cerebro de una persona ciega echa en falta esos datos y activa su amígdala”.

Por eso, actividades muy cotidianas como dar un paseo por el barrio o preparar la comida “suponen un nivel de alerta muy elevado para alguien ciego”, que no sabe si por ejemplo un coche se va a saltar el semáforo, si le van a colocar una moto en mitad de la acera o si un alimento empieza a quemarse.

“Por supuesto, no nos damos cuenta de esto, porque es el día a día”, prosigue, “pero a la larga, nuestro cuerpo trata con un nivel de alerta inconsciente para el que no está preparado”. “Creo que entender este hecho puede ayudar a muchas personas ciegas a comprenderse mejor y a mejorar su autoestima. También les servirá a sus familiares y a sus amigos”, y es que, según Guillermo, la ansiedad crónica “puede condicionar toda la vida de una persona”.

“Tiene consecuencias con tu pareja, con tu familia, con tus amigos e incluso en el trabajo”. Por eso, pidió “no banalizar” y no confundir la ansiedad con un ataque de miedo puntual, que en ciertas circunstancias “es normal, humano y sano”.

Ironizó también sobre esa gente que “un día pierde el autobús y llega a la oficina diciendo que ha tenido un ataque de ansiedad esperando al siguiente en la parada”. “Una cosa es ponerse de los nervios un día, otra cosa es un ataque de pánico y otra cosa es la ansiedad continuada”, concreta.

PEDIR AYUDA

Ahora bien, “muchos ataques de pánico sí pueden desembocar en ansiedad», y por eso Hermida llamó a “dar visibilidad a este problema y a pedir ayuda”. “Cuando yo empecé, hace más de 20 años, decir que ibas al psiquiatra o al psicólogo hacía que te mirasen de reojo y con desconfianza”. “Creo que en esto hemos avanzado”, admitió, aunque “aún queda mucho por hacer, empezando por el exceso de medicación”.

Todo esto forma ya parte del pasado para Guillermo, que lleva tres años sin ningún ataque y sin medicinas. Está más volcado que nunca en su faceta de escritor, que siempre fue su pasión. De hecho, en 2016 ganó el premio Tiflos de Literatura de la ONCE con ‘Siete rosas para Mario’, donde abordaba el tabú de la sexualidad en las personas con discapacidad. Se hizo también con este galardón en 2022, gracias a ‘Diana y el ojo del Fénix’, una novela fantástica escrita para su hijo durante los meses de confinamiento.

Este escritor ciego, economista de formación, ha publicado también relatos y ensayos dedicados al crecimiento personal y al bienestar, que en la actualidad es su campo profesional, después de “años de mucho estrés” como directivo de ONCE.

“Desde luego que una vida tranquila y ordenada, con una buena alimentación, algo de deporte y con suficiente descanso también ayuda” en estos temas, sintetiza Hermida. “Digamos que la ansiedad se puede comparar con el umbral del dolor. Hay personas que gestionan muy bien las situaciones estresantes pero otras, que quizás somos más sensibles, tenemos el umbral más bajito”, puntualiza. «Por eso hay que cuidarse, conocerse y, sobre todo, no alimentar al tigre”.

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