En el ámbito de la pastelería, varios productos destacan no solo por su sabor, sino también por su larga tradición y su relación con diversas festividades. Una de ellas es la celebración del Día de Todos los Santos, en la que los buñuelos de mantequilla y los huesos de santo son un elemento fundamental.
Ante la llegada de esta celebración, varias pastelerías empiezan a ofrecer estos bocados entre su repertorio. Una de las más destacadas en ese sentido es El Panazo, un obrador cuyas elaboraciones destacan tanto por su exquisito sabor como por la extensa tradición que recogen sus recetas.
El Panazo, sabor, tradición y calidad
Los buñuelos de El Panazo son más sanos y sabrosos que los tradicionales, ya que los hacen con mantequilla y leche. Según destaca el propietario, Solai, este dulce se elabora hirviendo leche con mantequilla, harina y sal. Este escaldado se va mezclando con harina y huevos, poco a poco, hasta que la masa queda ligera, momento en que se moldea la forma redonda del buñuelo en la freidora y se agrega su respectivo relleno. En la tienda, el cliente puede pedir darles más alegría echándoles un poco de azúcar glas por encima.
Por otro lado, los huesos de santo consisten en un canutillo de mazapán hecho a base de almendras y azúcar, junto con un relleno dulce, hecho tradicionalmente de yema confitada, aunque en la actualidad se pueden encontrar otras variantes.
El Panazo elabora estos productos tradicionales con un proceso largo y meticuloso, que imprime un sabor y calidad característicos. Los buñuelos se elaboran con rellenos artesanales hechos a base de ingredientes naturales, como nata, crema pastelera, trufa, cabello de ángel, praliné de avellanas y crema de chocolate. Los huesos de santo, por su parte, se elaboran de manera que proporcionen una textura y concentrado sabor, para cautivar el paladar de sus clientes, y los rellenan de yema confitada, praliné de avellanas, mermelada de frambuesa y de dulce de leche.
Un nuevo concepto de pastelería en Madrid
El Panazo es una pastelería y bollería artesanal, que sintetiza en sus productos la tradición pastelera del Mediterráneo. Esta convergencia da lugar a un amplio catálogo de recetas y creaciones propias dulces y saladas, que trazan los contornos de un nuevo concepto de pastelería en Madrid. En él, se reúnen los ingredientes tradicionales de cada elaboración con un toque de innovación y originalidad, para brindar a sus clientes una experiencia única con cada bocado.
Esta pasión por la tradición se refleja en sus buñuelos de mantequilla y huesos de santo, los cuales están disponibles en sus dos establecimientos en Madrid, ubicados en las calles Ferrer del Río n.º 9 y Juan Ramón Jiménez n.º 7.
Para mayor facilidad, los clientes pueden hacer su pedido con anticipación y recogerlo en estos locales 48 horas después, lo cual les permite disfrutar con total comodidad de estos exquisitos y tradicionales dulces. Para obtener más información se puede entrar en la página web de la empresa o en su cuenta de Instagram, donde se pueden ver imágenes de sus productos de temporada.