El cirujano que ha operado al Papa, el doctor Sergio Alfieri, ha asegurado que Francisco está «bien» y en estado «consciente» tras someterse a una intervención quirúrgica en la que le han restaurado con éxito una hernia incisional encarcelada que le provocaba síndromes suboclusivos en el estómago.
«Ante todo el Papa está bien y está despierto. Ésta, creo, es la noticia que esperáis todos vosotros y todo el mundo. Está despierto y hace diez minutos incluso me ha tomado el pelo», ha señalado Alfieri en una rueda de prensa desde el Hospital Gemelli de Roma, donde Francisco está ingresado.
Nada más despertar de la anestesia general, el Papa ha bromeado con el doctor, que también le operó en 2021 de una estenosis diverticular grave en el colon, preguntándole: «¿Para cuando la tercera (operación)?».
Durante la operación –en la que han participado un equipo de 4 cirujanos, 5 anestesistas y que se ha realizado bajo la supervisión de otros 2 médicos quirúrgicos– la hernia de la pared abdominal ha sido tratada mediante cirugía plástica con la ayuda de una «malla protésica»
«El Santo Padre reaccionó bien a la intervención», ha resumido. Por otro lado, Alfieri ha explicado que la hernia abdominal se presentaba en una «cicatriz de anteriores intervenciones laparotómicas realizadas en años pasados». «Este laparocele había estado causando al Santo Padre un doloroso síndrome suboclusivo intestinal durante varios meses», ha detallado, sin precisar la fecha de cuándo comenzaron estos dolores.
Durante la intervención quirúrgica se han encontrado además «adherencias tenaces» en algunas partes del «intestino y del peritoneo parietal» que le causaban los síntomas mencionados.
Alfieri también ha dejado claro que la fase posoperatoria no dejará ninguna secuela al pontífice, que podrá retomar su actividad sin ninguna limitación. Asimismo, ha incidido en que no tiene otras enfermedades.
Francisco ingresó en el hospital Policlínico Gemelli de Roma este miércoles por la tarde donde permanecerá unos días hasta su completa recuperación en la habitación de la décima planta del llamado «piso de los Papas» donde ya estuvo hace dos años cuando fue operado con signos de diverticulitis esclerosante. Se trata del mismo lugar donde estuvo ingresado en varias ocasiones Juan Pablo II.