El Museo del Prado ya expone en sus salas la donación del cuadro ‘Busto de mujer’, primera obra de Picasso que estará expuesta en este siglo XXI en la pinacoteca y que, en palabras de su director Miguel Falomir, no abre una nueva etapa de reclamaciones por otras piezas de este autor.
«Se ha hablado mucho de si esto es un plan o una estrategia para traer el ‘Guernica’, y yo ya he dicho 1000 veces que está maravillosamente bien en el Reina Sofía. Está donde tiene que estar y no hay ni habrá ninguna reclamación», ha señalado Falomir durante la presentación.
Falomir ha defendido la aceptación de esta donación, que «no es ni un capricho ni una ocurrencia», sino una «decisión históricamente irreprochable» debido a la influencia del Prado en Picasso. Además, ha reiterado que se ha hecho todo de manera acorde con la legislación vigente.
«Ni el Museo del Prado ni el Ministerio de Cultura cometen actos ilegales y todo lo que se hace se ajusta a la legalidad», ha remarcado, para luego recordar que la Ley de Autonomía del Prado –que no pone limitaciones a las donaciones– está «por encima» de Reales Decretos.
El presidente del Patronato, Javier Solana, también ha insistido en que todo el proceso se ha hecho bajo la legalidad vigente –«conozco bien las normas del Prado, fui ministro de Cultura»– y ha apuntado que la operación se hizo desde el primer momento con el conocimiento del Ministerio y del Reina Sofía.
‘Busto de mujer’ estará colgada en la sala 9B del Prado dedicada a retratos del Greco y junto a ‘El bufón de calabacillas’ de Velázquez. La donación será por cinco años pero a partir de este periodo, «si no ocurre nada excepcional», terminará recalando en el Prado. «La voluntad del donante es sagrada», ha concluido Falomir.