El precio promedio de la luz para los clientes de tarifa regulada vinculados al mercado mayorista caerá este viernes, festividad de Viernes Santo, un 7,18% con respecto a este jueves, hasta los 83,21 euros por megavatio hora (MWh).
En la subasta, el precio medio de la luz en el mercado mayorista –el denominado ‘pool’– se situará así para este viernes en esos 83,21 euros/MWh, registrando entre las 15.00 y 17.00 horas el precio más bajo del día, con 1,5 euros/MWh, mientras que el precio máximo se dará entre las 20.00 y las 21.00 horas, con 143,35 euros/MWh.
A este precio del ‘pool’ se sumaría la compensación a las gasistas, que tiene que ser abonada por los consumidores beneficiarios de la medida, los consumidores de la tarifa regulada (PVPC) o los que, a pesar de estar en el mercado libre, tienen una tarifa indexada, pero para este viernes se situará nuevamente en 0 euros/MWh, situación que se repite desde el pasado 27 de febrero.
La excepción ibérica se ha extendido hasta el próximo 31 de diciembre, tras el acuerdo alcanzado por España y Portugal con la Comisión Europea.
Así, se prolonga siete meses, hasta final de este año, y no se excluye que pueda prolongarse más tiempo si dicho marco también se prolonga.
En concreto, el acuerdo no solamente representa una extensión de la excepción ibérica que ya se aplicaba, sino que implica algunos ajustes para acomodarlo, como la referencia de precios, que hasta ahora se incrementaba en cinco euros al mes, y ahora será más suave.
En el acuerdo original, el citado precio de referencia para el gas tenía un valor medio de 48,8 euros/MWh: era de 40 euros/MWh durante seis meses, elevándose 5 euros/MWh cada mes a partir de entonces. Ahora, se incrementará un 1,1 euros/MWh desde abril, para concluir en 65 euros/MW.
Actualmente, el mecanismo lleva sin tener efecto sobre los procesos de casación marginal en los mercados mayoristas desde finales de febrero, debido al descenso del precio del gas natural por debajo de los umbrales fijados para su aplicación, pero, en caso necesario, la prórroga permitirá mantener un precio razonable, no tan dependiente de la evolución del gas natural.