Los diputados del PSOE han evitado aplaudir en el Pleno del Congreso las respuestas del vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, ante las críticas de la oposición, y ni siquiera el presidente Pedro Sánchez, ni la vicepresidenta Carmen Calvo, le han defendido abiertamente cuando se les reprochaban sus dudas sobre la plena normalidad democrática de España.
Las últimas desavenencias que el PSOE y Unidas han protagonizado en el seno del Ejecutivo por asuntos como la conocida como Ley Trans, el Ingreso Mínimo Vital o las propias declaraciones de Iglesias cuestionando que exista una democracia plena parecen haberse reflejado en la sesión de control de este miércoles.
HASEL, PRIMER FOCO DE TENSIÓN
La tensión entre los socios del Ejecutivo se ha percibido, por un lado, a cuenta del encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, condenado a nueve meses de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, un asunto por el que Bildu ha pedido cuentas a Calvo.
La ‘número dos’ del Gobierno ha confirmado que el Ejecutivo modificará «a la mayor brevedad posible» la tipificación de los delitos penales contra la libertad de expresión pero ha recalcado que el artículo 20 de la Constitución si bien garantiza ese derecho también establece «los límites del honor y valores que son tan importantes como la propia libertad de expresión».
Una reflexión que no ha cosechado los aplausos del vicepresidente Iglesias –cuyo partido anunció este martes que registrará la petición del indulto para Hasel–. Eso sí, el vicepresidente sí respaldó las dos respuestas anteriores de Calvo había dado a las preguntas que le dirigieron desde el PP y Vox.
EL PP PIDE A SÁNCHEZ QUE LE CESE
Pero no ha sido ésta la única escena de frialdad que se ha vivido este miércoles entre el PSOE y Unidas Podemos. Y es que cuando Iglesias se ha sometido a examen de la oposición, los diputados socialistas tampoco le han mostrado su apoyo con aplausos, que sólo han venido en esta ocasión desde la bancada del grupo confederal.
A ello se suma que ni el presidente Sánchez ni Calvo han aprovechado sus intervenciones en el Pleno de la Cámara Baja para hacer una defensa pública y expresa del líder de Podemos frente a los ataques del PP, Vox y Ciudadanos.
El propio líder del PP, Pablo Casado, ha pedido directamente a Sánchez que destituya a Iglesias por, entre otras cuestiones, las declaraciones que la semana pasada realizó al diario ‘Ara’, donde aseguró que «no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Cataluña, uno está en prisión (Oriol Junqueras, de ERC) y otro en Bruselas» (Carles Puigdemont de Junts).
Sin embargo, ni el presidente ni su ‘número dos’ han salido en auxilio de su socio de Gobierno, ni han hecho suyas sus palabras cuestionando la plena democracia de España. La semana pasada, Carmen Calvo ya dijo públicamente que discrepaba «absolutamente».