El Rey Felipe VI ha defendido ante las Cortes a España como nación y como «realidad compartida» y ha reivindicado que la defensa de la Constitución no supone «mirar atrás con nostalgia» sino reafirmar el logro que supuso la Carta Magna.
Ante diputados y senadores, entre los que no estaban los representantes de ERC, Junts, EH Bildu y BNG, el monarca ha destacado que «desde hace siglos España ha sido una realidad compartida y edificada por mujeres y hombres de diversa procedencia social o geográfica con ideologías distintas» pero con la idea compartida de «un mejor país para todos».
Felipe VI, que ha estado acompañado por la Reina Letizia y la Princesa de Asturias, en la apertura solemne de la XV legislatura, ha puesto en valor la Constitución como «marco democrático» y que recoge toda una serie de valores que «no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro».
La Constitución «establece la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político como valores en los que se basa nuestra convivencia democrática», ha recordado, subrayando que en la Transición fueron determinantes «la búsqueda del entendimiento, el reconocimiento de nuestras diferencias unido al mutuo respeto como ciudadanos, la certeza de que solo superando las divisiones tienen una base segura las libertades y los derechos».
LA TRANSICIÓN COMO FUENTE DE MOTIVACIÓN
Asimismo, ha sostenido que «reivindicar el profundo significado» de la Transición, un «momento histórico» que es «constante fuente de motivación», «no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia» sino que es «una orgullosa y consciente reafirmación de nuestras mejores capacidades como país y del «mejor logro» que representa la Constiutución.
En opinión de Felipe VI, España alcanzó en 1978 «su mejor expresión en el entendimiento mutuo sin imposiciones ni exclusiones y en la voluntad de integración que enriquece, con la diversidad y el pluralismo, nuestro proyecto común, nuestro vínculo emocional y solidario como nación».
Aquella generación, ha destacado, legó «una Constitución, que es el alma de nuestra democracia y libertad, con un espíritu inclusivo de ideales y convicciones y un propósito común como jamás habíamos tenido» así como una «España serena, ilusionada, confiada en su futuro» cuyo «legado de grandeza, responsabilidad y sentido de la Historia» hay que honrar.
OBLIGACIÓN DE LEGAR UNA ESPAÑA UNIDA
En este punto el monarca, que ha dedicado buena parte del discurso a hablar de las aspiraciones de la generación de la Princesa Leonor, que acaba de alcanzar la mayoría de edad, ha recalcado que «la obligación de todas las instituciones es legar a los españoles más jóvenes una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos».
El futuro, ha dicho Don Felipe, «siempre es promesa de algo mejor y nuestros jóvenes, que serán sus protagonistas, aspiran con todo derecho a esa mejora». Unos jóvenes para los que, ha puntualizado, «la democracia no es una aspiración» sino «una realidad» en la que han nacido y crecido.
Para poder afrontar el futuro con confianza necesitan «de un marco democrático» como es la Constitución que «les permita convivir y prosperar en libertad, y necesitan recibir una España cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones», ha advertido.
El Rey ha incidido en que «cada generación es depositaria de los logros de las generaciones anteriores y tiene la obligación cívica de perfeccionar y acrecentar esos logros» así como «el deber moral de proteger y conservar lo alcanzado y la responsabilidad de entregarlo a las generaciones que la sucedan».
MENSAJE A DIPUTADOS Y SENADORES
Para finalizar, ha recordado a diputados y senadores que «el Parlamento como institución representativa genera, como valor político primordial, la integración de diferentes opciones y proyectos dentro de nuestra Constitución» y que los españoles han depositado en ellos «el bien político más preciado, la confianza».
«Les ha confiado la tarea de que el pluralismo político aquí representado, impulse la mejora de las condiciones de vida de las personas y grupos en que se integra», ha afirmado, incidiendo en el «alto honor» que supone ocupar un escaño y la obligación de desempeñar sus funciones «buscando siempre el bien común de todos los españoles» para devolverles así la confianza depositada.
Felipe VI, que ha felicitado tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como a sus ministros por su elección en el arranque de su discurso, ha concluido deseando a todos los parlamentarios «acierto en el desempeño de su alta función». Sus palabras han sido recibidas en el hemiciclo del Congreso de los Diputados por un fuerte aplauso de los presentes, aunque con algunas excepciones como el portavoz del PNV, Aitor Esteban, o la portavoz de Sumar, Marta Lois.