El rey Juan Carlos ha realizado una segunda regularización fiscal por rentas no declaradas durante varios ejercicios que suman más de ocho millones de euros de pagos en especie, por los que ha abonado más de cuatro millones a la Agencia Tributaria, según han adelantado los diarios ‘El País’ y ‘El Español’.
En concreto, el rey emérito ha presentado una declaración voluntaria ante la Agencia Tributaria por ocho millones de euros pagados por la Fundación Zagatka, propiedad de Álvaro de Orleans, con los que se abonaron gastos del rey emérito, especialmente viajes en aviones privados, según ambos diarios.
Los pagos se habrían realizado hasta el 2018, con posterioridad a la abdicación en Felipe VI en junio de 2014, momento en que Juan Carlos I perdió el privilegio de la inviolabilidad que tenía como jefe de Estado.
El rey aparecería como beneficiario de esta fundación. Casa Real explicó que Juan Carlos I desconocía esta información y añadido que, si efectivamente era así, renunciaba a ella.
Así, el pasado mes de junio la fundación modificó sus estatutos y suprimió al rey emérito y a sus tres hijos como beneficiarios. Desde entonces solo figuran como únicos beneficiarios de sus fondos Álvaro de Orleans y su hijo Andrés, según ‘El País’.
REGULARIZACIÓN EN DICIEMBRE
El rey emérito ya presentó una declaración ante la Agencia Tributaria para regularizar su situación fiscal el pasado mes de diciembre, cuatro meses después de su salida de España, en relación al uso de tarjetas bancarias por parte de Juan Carlos I y sus familiares con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, que está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
A principios del mes de noviembre, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, reveló la existencia de una tercera investigación relativa al rey emérito, y de la que se ocupará, al igual que las dos anteriores, la Fiscalía del Tribunal Supremo con la colaboración del fiscal jefe Anticorrupción Alejandro Luzón.
Esta tercera línea de investigación se une a las otras dos ya abiertas al rey emérito, la primera por posibles comisiones procedentes del AVE a la Meca y que previsiblemente será archivada con respecto al padre de Felipe VI por no encontrarse indicios que se puedan perseguir respecto de este aforado.
El segundo expediente es el relativo a pagos con una tarjeta de crédito de los que se podrían haber beneficiado Juan Carlos I y otros miembros de su familia sin ser titulares de la cuenta asociada a este medio de pago.