El Rey Felipe VI ha acudido a la Clínica Ruber de Madrid donde se encuentra ingresada su madre, la Reina Sofía, desde el martes 9 de abril por la noche debido a una infección del tracto urinario.
El monarca no ha querido dejar pasar la oportunidad de acudir a la clínica donde está la emérita ingresada para acompañarla en este pequeño susto que sufría tras la misa por Fernando Gómez-Acebo.
Este mediodía, el propio Joaquín Prat anunciaba que las últimas informaciones que llegaban sobre el estado de salud de la Reina Sofía era que la evolución está siendo «muy rápida y favorable», por lo que el alta hospitalario se podría producir en las próximas horas.
Con semblante serio y directo a reencontrarse con su madre, a quien vio por última vez en la misa de su primo Fernando, el Rey Felipe llegaba en su propio vehículo y entraba por la puerta principal de la clínica.
Tras estar alrededor de veinte minutos visitando a su madre, el monarca abandonaba las instalaciones médicas con una sonrisa en su rostro y atendiendo a los medios de comunicación, que le preguntaban si sabía cuando iba a recibir el alta su madre y levantaba las manos en señal de desconocimiento.