El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza ha puesto en marcha por tercera vez en su historia una campaña de micromecenazgo (crowdfunding) para llevar a cabo la restauración y estudio técnico de una obra de su colección, el cuadro de André Derain ‘El Puente de Waterloo’ (1906).
Así, desde este lunes 11 de septiembre, tanto mediante la web ‘museothyssen.org’ como en la sala del museo donde se exhibe el cuadro, a través de un dispositivo digital allí instalado, se podrá empezar a colaborar mediante aportaciones de 25 euros.
El objetivo es el de lograr, en el plazo de un par de meses, 40.000 euros, una parte del presupuesto necesario para que el londinense ‘Puente de Waterloo’ recupere sus colores originales. En el cuadro, André Derain (1880-1954) muestra la atmósfera de un Londres atravesado por un río lleno de color.
Al igual que la contaminación y el deterioro medioambiental han hecho mella a lo largo del siglo XX en la ciudad, el paso del tiempo ha dejado su huella en los colores del cuadro, que requiere una limpieza y restauración para las que el museo pide la colaboración de los micro mecenas.
El cuadro aparece ahora, en la web, oscurecido, en blanco y negro, ante los ojos del posible colaborador, quien podrá elegir qué color desea que vuelva a la tela aplicándolo en la obra pictórica, un efecto que también sería deseable en los paisajes y en la naturaleza reales, tal y como pone de manifiesto el lema de «la contaminación, ni en pintura».
A medida que las aportaciones aumenten, la representación digital de ‘El puente de Waterloo’ irá recuperando sus colores originales. Llegado ese momento, el cuadro pasará al taller de restauración.
Las donaciones, desde un mínimo de 25 euros, en diferentes cantidades, tendrán recompensas que van desde el reconocimiento como protectores de los micro mecenas particulares, hasta visitas guiadas y tarjetas preferentes, pasando por información puntual durante todo el proceso de restauración y por menciones en los agradecimientos. Las empresas pueden participar a partir de 2.000 euros.
El tratamiento al que se someterá el cuadro de Derain, del que hay que destacar su fragilidad, consistirá, a grandes rasgos, en un estudio técnico y de laboratorio, en el refuerzo de sus bordes, muy dañados, mediante injertos y suturas.
También en el estudio y consolidación de la capa pictórica (los empastes de la técnica presentan falta de adherencia en numerosos puntos con riesgo de pérdidas), en la eliminación de la superficie de restos de barnices, depósitos y suciedad y en la documentación fotográfica de alta definición.
Las técnicas necesarias para todo este proceso, de última generación, son «muy costosas», según el museo. El Thyssen-Bornemisza lanzó en 2018, también mediante crowdfunding, una campaña para la restauración del cuadro de Canaletto La Plaza de San Marcos en Venecia.
Con sus donaciones, más de 600 participantes apadrinaron personalmente hasta 1.000 porciones de la obra, haciendo posible su estudio técnico y restauración. Igualmente, en 2022, se llevó a cabo un proyecto de micromecenazgo, en colaboración con el Mandarin Oriental Ritz, Madrid, para la restauración de Porcelana china con flores, del pintor francés Jacques Linard.