El Tour 2023 apuesta por la montaña y sólo tendrá 22 kilómetros de crono

Redacción

El Tour de Francia 2023, que arranca este sábado desde Bilbao, dará una buena oportunidad a aquellos corredores que se defiendan bien en la montaña ya que en el recorrido únicamente habrá 22 kilómetros contra el reloj, y habrá de nuevo mucha montaña ya prácticamente desde la salida, con algún regreso destacado como el Puy de Dome, mitos como el Tourmalet y nuevas ascensiones.

La ‘Grand Départ’ del Tour tendrá lugar por segunda vez en el País Vasco, después de la de San Sebastián en 1992, y por vigésimo quinta vez en el extranjero, una salida que dará paso a dos días en los que los aspirantes deberán estar muy atentos para no llevarse ningún susto.

Así, el estreno de la carrera, con salida y llegada en la capital vizcaína, contará con cinco puertos, uno de ellos el de Pike, situado cerca de la meta, corto (2 kms) pero duro (10 por ciento), mientras que el segundo, entre Vitoria y San Sebastián, también tiene otras cinco subidas, entre ellas la de Jaizkibel, conocida por decidir casi siempre la Clásica de verano con final en Donosti y también en el tramo final.

Al día siguiente, el pelotón saldrá de Amorebieta para poner ya rumbo a Francia, donde la montaña volverá en la quinta etapa, con la llegada a los Pirineos con dos puertos duros y conocidos como el Col de Soudet y el de la Marie-Blanque. En la sexta, primera gran jornada montañosa con el Aspin, el coloso Tourmalet y primero de los cuatro finales en alto, en Cauterets, de primera categoría, aunque no excesivamente duro.

Tres días después, otro gran día pirenaico previo al primer día de descanso con el final en el Puy de Dome, de categoría especial y que regresa a la ‘Grande Boucle’ 35 años después con sus más de 13 kilómetros y rampas medias por encima del siete por ciento, aunque en el tramo decisivo la media de la pendiente roza el 12.

Tras el descanso, etapas para los velocistas y los ‘aventureros’ hasta la decimotercera, corta (138 kms) y con final en el Grand Colombier, de categoría especial. A continuación, otras dos jornadas exigente, la primera, con cinco puertos, entre ellos el Col de la Joux de Plane, también de categoría especial y cuyo descenso llevará a los corredores a la meta, y la siguiente, con final en alto, en Saint-Gervais Mont Blanc, de primera.

Después, el pelotón disfrutará de su segundo día de descanso antes de afrontar la semana final y, normalmente, decisiva, que empezará con la única crono de esta edición, de algo más de 22 kilómetros. A partir de ahí, protagonismo para los Alpes con el final al día siguiente en Courchevel, tras la ascensión de casi 30 kilómetros al Col de la Loze, con tramos del 24 por ciento camino de hacer cima. Con sus 2.304 metros, será el punto más alto de esta edición.

Luego, dos días de cierto reposo para recuperar fuerzas para la presumible última ‘batalla’, en la penúltima etapa con final en Le Markstein Fellering, con seis puertos para decidir el ganador y el podio antes del paseo triunfal hacia los Campos Eliseos.

En total, de estas 21 etapas del Tour, ocho serán de perfil llano, cuatro de media montaña y ocho de alta montaña, con cuatro llegadas en alto (Cauterets-Cambasque, Puy de Dome, Grand Colombier y Saint-Gervais Mont-Blanc).

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