La pandemia de Covid-19 ha provocado una gran crisis para el sector turístico, que en España cerrará 2020 con las peores cifras desde hace décadas.
El año 2019 fue el séptimo año consecutivo de crecimiento para el turismo español, con más de 83,7 millones de turistas y un gasto total de 92.278 millones de euros, a pesar de que el sector se vio afectado por la quiebra del turoperador Thomas Cook.
Sin embargo, el coronavirus ha roto con la línea ascendente. En abril, debido al cierre total de las fronteras para evitar la propagación del virus, el turismo cayó un 100% con respecto al año anterior.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que miden la evolución hasta octubre, muestran que España recibió durante los diez primeros meses del año 17,9 millones de turistas internacionales, con una caída del gasto del 77,3%.
En los meses siguientes, los países de la Unión Europea han vuelto a endurecer las restricciones a la movilidad y España, con un nuevo estado de alarma y la aprobación de diversos confinamientos, introdujo el 23 de noviembre la obligatoriedad de presentar PCR negativa para acceder al país, lo que el sector considera una «disuasión» para el turismo. Por todo ello, los agentes turísticos consideran que el total del año no superará los 20 millones de visitantes internacionales.
En sus últimas estimaciones, realizadas en octubre, Exceltur consideraba que los niveles de PIB turístico e ingresos por turismo extranjero del año 2020 serán equivalentes a los de hace 25 años, con una caída de la actividad turística de 106.159 millones de euros. De esta forma, la actividad directa e indirecta del sector en 2020 sería de 46.431 millones de euros, equivalentes a los niveles del año 1995.
En junio, el Gobierno aprobó un plan de impulso al sector turístico español dotado con 4.262 millones de euros, que busca la transición hacia un modelo económico «más sostenible e inclusivo aprovechando el posicionamiento del sector como industria estratégica». En julio, el Ejecutivo nombró a Fernando Valdés como nuevo secretario de Estado de Turismo en sustitución de Isabel Oliver.
LA PEOR CRISIS DE LA HISTORIA DE LA AVIACIÓN
El transporte aéreo cataloga esta crisis como «la peor de la historia de la aviación» tras la Segunda Guerra Mundial. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), considera que 2020 ha sido un año «desastroso». Según sus previsiones, el tráfico de todo el año 2020 será un 66% más bajo que el de 2019 y no espera que el tráfico se recupere hasta pasado un lustro.
Las aerolíneas de todo el mundo se han visto obligadas a solicitar ayudas gubernamentales para garantizar su supervivencia ante pérdidas de miles de millones. En mayo, Iberia y Vueling cerraron préstamos sindicados por 750 y 260 millones de euros, respectivamente, mientras que el ‘holding’ al que pertenecen, IAG, aprobó en septiembre una ampliación de capital por 2.570 millones de euros.
IAG, además, ha vivido este año un cambio en su cúpula directiva. La junta de accionistas, celebrada en agosto, aprobó el nombramiento de Luis Gallego, hasta la fecha consejero delegado de Iberia, como consejero delegado de IAG en sustitución de Willie Walsh. Este cambio organizativo provocó el nombramiento de Javier Sánchez-prieto como consejero delegado e Iberia y de Marco Sansavini de Vueling.
En noviembre, el Consejo de Ministros dio ‘luz verde’ al rescate público de la aerolínea Air Europa por valor de 475 millones de euros a través de dos préstamos con seis años como plazo máximo de amortización. Por ello, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha nombrado a José Ángel Partearroyo y Juan Manuel Bujía como vocales del consejo de administración de Air Europa.
RENEGOCIACIÓN DE LA COMPRA DE AIR EUROPA
La crisis también ha truncado el proceso de adquisición de Air Europa por Iberia. En noviembre del pasado año, la aerolínea del grupo IAG y Globalia firmaron un acuerdo por que el la primera compraría la segunda por 1.000 millones de euros, acuerdo sujeto a las aprobaciones de las autoridades de competencia.
La caída del tráfico y los problemas económicos de ambas compañías derivaron en una renegociación para convertir el acuerdo precovid en uno posCovid, ya que la situación cambió «radicalmente»
No obstante, desde IAG han mantenido su convicción de que la operación es beneficiosa estratégicamente al permitir la creación de un gran ‘hub’ en Madrid y al sumar rutas y capacidades.
Por su parte, el otro gran acuerdo de Globalia para 2020, la fusión de sus actividades de viajes con grupo Barceló, fue ratificado el 18 de diciembre, después de contar con la aprobación de la ya contaba con la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
CRISIS DE LAS AGENCIAS DE VIAJES
Como todos los agentes del sector, las agencias de viajes han sido otras de las grandes afectadas por la pandemia, problema agravado por la obligación de devolver al cliente el importe de los billetes aéreos aunque no lo hubieran recibido por parte de las aerolíneas.
Esta obligación, recogida en la Ley de Viajes Combinados, ha provocado que las agencias expresen su descontento a través de manifestaciones, tanto digitales como presenciales, y que reivindiquen la «necesidad» de modificar dicha ley.
Desde el comienzo de la pandemia, este sector, compuesto principalmente por pymes, ha estado reclamando medidas concretas ante su «catástrofe», según lo definió la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).
EXTENSIÓN DE LOS ERTE
Con la caída de la actividad, las compañías turísticas iniciaron procedimientos de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para reducir sus gastos. Las ramas de actividad turística han sido las que han incluido a un mayor número de trabajadores en ERTE durante estos meses.
Hasta el 22 de diciembre estaban en ERTE el 45% de los afiliados a la Seguridad Social del sector del transporte aéreo, el 59% de los de servicios de alojamiento y el 64% de agencias de viajes y turismo, según informó el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La mayor reivindicación en este aspecto ha sido la extensión temporal de este instrumento, vigentes en este momento hasta el 31 de enero. El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, aseguró el pasado mes en el Congreso de los Diputados los ERTE del sector se ampliarán hasta el mes de junio «si es necesario».
Una de las negociaciones más tensas de este 2020 en el sector ha sido la de Airbus, que anunció su intención de reducir su plantilla en las plantas españolas en 1.600 puestos de trabajo.
Ante esta situación, el Gobierno alcanzó un acuerdo con el fabricante para poner en marcha una serie de iniciativas para reforzar el sector aeroespacial y sus industrias auxiliares a través del que la compañía se comprometía a procurar que la mayoría de las salidas sean voluntarias.
BOEING 737 MAX RECIBE APROBACIÓN
Uno de los grandes problemas de 2019 fue la paralización de los Boeing 737 Max a partir de marzo, después de dos accidentes en menos de seis meses y en los que perdieron la vida un total de 346 personas.
Tras más de un año con las flotas paralizadas y en los que Boeing trabajó para actualizar el software y reforzar la seguridad del modelo, el pasado noviembre la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), autorizó la vuelta a las operaciones dentro de Estados Unidos del Boeing 737 MAX, mientras que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), anunció que esperaba certificarlo «en cuestión de semanas».
El resto de reguladores aéreos que lo estaban testando, como el Canadá o Brasil, también continúan analizando la seguridad de los aviones, aunque el fabricante se muestra optimista ante el regreso del modelo de avión más vendido.