El volcán de La Palma seguirá emitiendo gases incluso después de que se dé por finalizada la erupción y deje de emitir lava a la superficie, según ha indicado la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias y portavoz del Comité Científico del Pevolca, María José Blanco.
En la rueda de prensa diaria tras la reunión del Comité de Dirección del Pevolca, María José Blanco recordó que en la erupción del volcán de Tagoro, la señal del tremor alcanzó niveles muy bajos en la segunda quincena del mes de febrero y la erupción se dio por terminada el 5 de marzo, pero el edificio continuó con desgasificación meses después.
La portavoz del Comité Científico indicó en que esto también «va a ser así» en el volcán de La Palma, lo que significa que después de que termine la emisión de lava continuará la desgasificación no sólo en el cono principal y el secundario, sino también en las coladas, que continúan emitiendo gases durante un cierto tiempo.
Por lo tanto, hizo hincapié en que las medidas de protección civil que se hayan de tomar no desaparecerán inmediatamente con la terminación de la emisión de lava en superficie, pues la emergencia durará más tiempo, una vez se dé por finalizada la erupción volcánica.
En cuanto a la evolución de la erupción, María José Blanco informó que desde el foco efusivo situado al oeste del cono principal, la lava discurre por un tubo volcánico, que tiene varios jameos, del que parten dos coladas que se desplazan hacia el oeste sobre coladas anteriores. La más activa, que confluyó sobre la colada que surgió al oeste de la Montaña del Cogote (actualmente inactiva), sigue sobre esta última, precipitándose sobre la isla baja en la zona de Las Hoyas.
Se encuentran activos varios centros de emisión en la zona suroriental del cono principal, con pulsos esporádicos de actividad estromboliana y emisión de cenizas. Las grietas y fracturas en la parte superior del cono secundario han ido modificando su morfología, produciendo pequeños desprendimientos hacia su interior y cráteres adyacentes.