Un santuario en Sudáfrica ha decidido enjaular a sus visitantes mientras los animales disfrutan de su hábitat natural en completa libertad.
Se trata del refugio de leones Glen Garriff Conservation de Harrismith, donde los turistas pueden apreciar el modo de vida de los animales salvajes de una forma distinta.
La organización GG Conservation, la ONG detrás de esta experiencia, asegura que los visitantes no corren riesgo alguno.
“Hemos estado ofreciendo esta experiencia durante casi dos años y la seguridad tanto de nuestros huéspedes como de los grandes felinos es la máxima prioridad”, dijo Suzanne Scott, fotógrafa y directora de la compañía sin fines de lucro al medio New York Post.
Quienes se animan a visitar el santuario, podrán pasar 45 minutos en las jaulas, hechas de hierro y plexiglás, por un precio que oscila entre los 134 y 197 dólares.
“Es un santuario sin ánimo de lucro que depende únicamente de las donaciones”, explica Scott. “Las tarifas de las jaulas nos ofrecen unos pequeños ingresos que nos ayudan directamente a alimentar y proteger a los leones a nuestro cargo”.
En total, son 77 los felinos rescatados por la organización. Para ellos, las visitas de humanos se convierten en un “estímulo mental y físico”, dice la directora.
Asimismo, desde las redes sociales del santuario aseguran que los fotógrafos nunca tendrán otra oportunidad de estar tan cerca de un león: “Nuestra exclusiva jaula permite a los fotógrafos profesionales obtener increíbles instantáneas a través de nuestras ventanas fotográficas especiales y también que el resto de no profesionales tengan una experiencia de adrenalina increíble cerca de los animales más temidos del mundo”.
Este “zoológico invertido”, como lo llaman algunos visitantes y medios de comunicación, funciona solo 45 minutos y todos los días, desde las 6:30 am hasta las 7:17 am, dependiendo del clima y disponibilidad del personal.