El Atlético de Madrid empató este domingo sin goles durante su visita al Real Betis, en un partido de la jornada 2 de LaLiga EA Sports y que mostró la falta de tino en ambos equipos, confiados en exceso al estado de ánimo de un Borja Iglesias que no apareció para los verdiblancos y de un Antoine Griezmann que tampoco brilló entre los colchoneros.
El primer aviso en el Estadio Benito Villamarín llegó pronto, sin siquiera cumplirse el minuto 2, con una internada del lateral Abner Vinícius. Su zurdazo raso, que se marchó desviado por poco, puso en alerta a Jan Oblak. Entre algodones los días previos por molestias físicas, el guardameta esloveno acumuló trabajo durante la primera mitad.
No es que sufriera un asedio por parte de los béticos, pero la sensación de peligro hacia su arco era constante. En el 22′, Ayoze Pérez lo intentó dentro del área, algo escorado a la izquierda, prolongando su quiebre sobre un defensa con un derechazo que rozó el travesaño. En el bando visitante, ni rastro del colmillo de la jornada 1 ante el Granada CF.
A lo largo de la primera parte, ni una sola vez dispararon los pupilos de Diego Pablo Simeone. La portería custodiada por el portugués Rui Silva era territorio desconocido. Tampoco es que el Betis pusiese contra las cuerdas a Oblak, pero su dominio del balón era patente y en la cabeza de Aitor Ruibal tuvo una buena oportunidad antes del descanso.
Ese remate salió por encima del larguero, pero sirvió como toque de atención al ‘Cholo’ Simeone y éste movió el banquillo. El canterano Pablo Barrios, que igualmente había pasado por la enfermería en vísperas de este encuentro, en poco tiempo se ha convertido en el mejor recambio del capitán Koke Resurrección, lesionado el primer día frente al Granada.
Sin embargo, sacar a Barrios para retirar a Marcos Llorente apenas cambió el estilo de juego colchonero. Le faltaba profundidad en el pase y velocidad en los costados, lo que se unió al cansancio bético para que el partido se ralentizase. Ambos entrenadores hicieron varios cambios en ese momento, con Manuel Pellegrini dando entrada a Willian José arriba.
Por su parte, en el minuto 64, Simeone introdujo de sopetón a Saúl Ñíguez, Samu Lino y Álvaro Morata. Tan solo un minuto después, Mario Hermoso firmó la mejor ocasión del Atlético; en un saque de esquina botado por Griezmann de dentro hacia fuera, Hermoso cabeceó bien y vio cómo Rui Silva mandaba la pelota a córner con una gran estirada.
Más allá de esa acción, y aunque todavía quedaba media hora larga por delante, ni locales ni visitantes supieron hincar el diente a sus adversarios. El equipo colchonero se había recompuesto de su flojo inicio, animándose en el desenlace con un tiro de Lino y otro más tarde de Morata, en lances a la postre invalidados por sendos fueras de juego.
Sin mayores sustos hasta el pitido final del árbitro Ricardo De Burgos Bengoetxea, los verdiblancos mantuvieron la tranquilidad en defensa, pero acusaron la falta de pólvora que hay en su plantilla de este curso. La igualada sin goles, estando aún en la segunda jornada del campeonato, pareció contentar a ambos conjuntos