Un equipo científico de la Universidad de Huelva, la Universidad de Cádiz y la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha identificado lo que habría sido una extensa llanura en el Pleistoceno Superior, hace unos 130.000 años, en la costa del noroeste de la provincia de Cádiz y que pudo ser «muy similar» a lo que es hoy Doñana, con la presencia de playas, lagunas y marismas.
La detección de estas formaciones geológicas se ha realizado a través del análisis geomorfológico de imágenes aéreas y modelos digitales en 3D, realizados por el Laboratorio de SIG y Teledetección de la Estación Biológica de Doñana, como ha explicado en una nota el CSIC de Andalucía.
Para datar la antigüedad de la formación y sus características geológicas, se realizaron análisis sedimentarios y cronológicos. Así, los resultados han revelado hasta qué altura subió el nivel del mar en esta zona del sur peninsular hace unos 130.000 años.
Durante este tiempo, el mar en el Golfo de Cádiz habría estado entre siete y ocho metros por encima del nivel actual, en consonancia con lo que revelan otros estudios, y habría trazado un acantilado que hoy se localiza entre 1,5 y 3 kilómetros tierra adentro y que es visible en los terrenos de las comarcas de Jerez y Sanlúcar de Barrameda.
Según Antonio Rodríguez Ramírez, de la Universidad de Huelva, «cuando se estabilizó el nivel del mar, en esta zona se formó una amplia llanura caracterizada por barreras arenosas, lagunas y marismas protegidas, semejantes a las actuales flechas litorales de Doñana y la Algaida en la desembocadura del Guadalquivir». De esta manera, esta enorme llanura de arena fue creciendo posteriormente hacia el noroeste.
El desarrollo de dunas, según el estudio, fue «escaso», por lo que el paisaje sería «más semejante» a la zona de lo que hoy son los Navazos de Marismillas, en el Parque Nacional de Doñana, con amplios surcos y cretas de playa, formando una extensa llanura costera.
Esta formación se habría desarrollado durante el anterior interglaciar, el intervalo climático cálido inmediatamente anterior al presente y que tuvo lugar entre los 130.000 y los 80.000 años. Desde aquí hasta la última glaciación, hace unos 20.000 años, el nivel del mar empezó a descender hasta alcanzar un mínimo que se situaría en torno a 100 metros por debajo del nivel actual y dejó al descubierto una amplia plataforma marina. En ella, se siguieron acumulando sedimentos con el paso del tiempo que formarían nuevas barreras arenosas y playas. Cuando el nivel del mar comenzó a subir de nuevo, una vez finalizada la Edad de Hielo, esta plataforma se fue erosionando y dejó tan sólo una pequeña área, que es la que se ha podido estudiar en esta investigación.
«Si el nivel del mar sigue subiendo, hasta alcanzar los siete y ocho metros de altitud que presentaba hace unos 130.000 años, una importante porción de las tierras emergidas actualmente podría quedar bajo las aguas, como hemos podido visualizar en el estudio», ha advertido el investigador Antonio Rodríguez Ramírez, quien ha añadido que «una vez más, el pasado nos muestra la senda de un previsible futuro».
El estudio ha sido publicado recientemente en la revista científica Geomorphology.