Esquerra Republicana (ERC), EH-Bildu, la CUP y el BNG han escenificado este jueves en el Congreso un frente común para reafirmar su rechazo a la reforma laboral en caso de no aceptar el Gobierno negociar cambios y mejoras en el decreto ley acordado con la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT.
En una declaración conjunta presentada en el Congreso, representantes de las cuatro formaciones han expresado su «absoluta y sincera voluntad para abrir un diálogo y negociación con el Gobierno» y alcanzar un acuerdo para «una reforma laboral ambiciosa, que dé respuesta a las peticiones y expectativas de las personas trabajadoras y cumpla con la palabra dada a la mayoría trabajadora».
EL ACUERDO DE LOS AGENTES SOCIALES, INSUFICIENTE
Y es que, a su juicio, la reforma laboral que debe someterse a votación la próxima semana en el Congreso «no constituye la derogación de la reforma laboral del 2012» y, aun valorando medidas incluidas contra la temporalidad y la precariedad, consideran que estas «son totalmente insuficientes para alcanzar el objetivo de restituir los derechos laborales básicos arrebatados».
Pese a señalar que cada formación es autónoma a la hora de decidir el sentido de voto para la convalidación o derogación del decreto ley el próximo jueves, tanto el portavoz laboral de ERC, Jordi Salvador, como los portavoces de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua; la CUP, Mireia Vehí; y del BNG, Néstor Rego, han confirmado que si el Gobierno no se compromete a realizar cambios en la reforma, su voto será negativo.
PROPUESTAS PARA LLEVAR LA REFORMA LABORAL MÁS LEJOS
Entre las propuestas que estas formaciones han detallado está la prevalencia de los convenios autonómicos, la recuperación de la indemnización de 45 días por despido improcedente y los salarios de tramitación, la vuelta de la autorización administrativa para despidos colectivos o la prioridad total de los convenios de sector sobre el de los de empresa.
También una revisión y modificación de las causas y procedimientos del despido, así como las posibilidades de la empresa para modificar sustancialmente las condiciones de trabajo, las posibilidades de deslocalización o de reordenar la jornada. Para ello, defienden una tramitación del decreto como proyecto de ley y piden al Gobierno un compromiso para negociar y modificar la reforma laboral.
ERC RECONOCE «UN INTENTO» DE DÍAZ POR LLEGAR A UN ACUERDO
Salvador ha criticado que «personas muy importantes del Gobierno», sin citarlas, hayan asegurado «que no se va a tocar una coma» del acuerdo, ejerciendo «el veto». Un grupo de personas en el que no encuadra a la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, con la que ha reconocido que «el tacto es diferente» y en la que detecta «un intento» por acercar posiciones.
«Ha habido intercambios, propuestas, hay cosas en las que se puede llegar a acuerdos», ha reconocido, si bien ha señalado que, para mover su posición actual de rechazo, esas propuestas de deberían «acabar de perfilar» y «blindar».
UNAS REIVINDICACIONES «LEGÍTIMAS, RAZONABLES Y JUSTAS»
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha reivindicado que las condiciones esgrimidas «son legítimas, razonables, entendibles y justas», y que este frente común «da alternativas y vía al Gobierno para que arregle lo que debe arreglar».
Mireia Vehí, de la CUP, ha señalado que, aunque la reforma venga avalada por CCOO y UGT, en Cataluña las últimas huelgas se llevaron a cabo «sin estos sindicatos», con «una mayoría alternativa», por lo que ha defendido la legitimidad de llevar más lejos la reforma.
Por parte del BNG, Néstor Rego ha reivindicado que la derogación de la reforma laboral del PP, compromiso del Gobierno de coalición y del PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, supone «incluir elementos centrales», no contemplados en el decreto, y no entiende por qué PSOE y Unidas Podemos propongan estas modificaciones para más adelante.
«EL MOMENTO ES ÉSTE»
«Tenemos claro que el momento es éste», ha subrayado, instando al Gobierno a aceptar una tramitación como proyecto de ley «y comprometerse a cambios». Una postura que también ha hecho suya Jordi Salvador (ERC), recordando un lema habitual en su formación de que «el PSOE no hace, se le obliga».
De hecho, desde una declaración «muy personal», el portavoz laboral de ERC ha asegurado que en su grupo no se han cerrado en banda desde el primer día «porque detrás de las leyes hay personas» y reconocen que «hay cosas buenas» en el acuerdo.
En todo caso, ha insistido en su negativa a la reforma laboral «si no hay mejoras sustanciales»: «Si no hay una seriedad de hacer cosas bien, en mejorar, no puedo avalar esta reforma laboral», ha aseverado.