¿Es realmente es cosa de química?

Redacción

¿Es el amor una emoción más? Pues sí. Es normal sentir amor y como cualquier emoción tiene una base fisiológica, hormonal en su mayoría, y sirve para cuestiones adaptativas. Es evolutivo que nos enamoremos, para permanecer juntos y progresar como especie.

Dice el psicoterapeuta y divulgador Luis Muiño, del podcast de Psicología en español número uno del mundo ‘Entiende tu mente’, que en cuestión de amor podemos pensar que basta con enamorarnos y ya está, cuando esto no funciona así, como todos sabemos. Todo es más complejo, cuestión de hormonas y, en parte también, de razón y de experiencias vividas, aparte de la voluntad de cada uno, por supuesto, entre otros aspectos.

Acaba de publicar precisamente ‘Entiende tu mente. Claves para navegar en medio de las tempestades’ (Aguilar, Penguin Random House), junto con sus compañeros del podcast de Psicología Molo Cebrián, podcaster, licenciado en Comunicación y estudiante de Psicología; y Mónica González, CEO en una ‘startup’ tecnológica, ingeniera naval y executive coach, en el que trata este asunto de la química del amor.

Cree Muiño que el amor, por el caché social que tiene, es de las pocas emociones que parece que está bien sentirlas a lo bestia. «Si hiciéramos eso con la ira, ¿cómo nos iría? En el Paleolítico tuvo todo el sentido, ahora también, sirve para emprender las cosas, pero ya no lo empleamos igual», aclara.

LA QUÍMICA DEL AMOR

Justifica que toda la química del amor está seleccionada evolutivamente para que nos mantengamos en pareja, y dice que, por ejemplo, liberamos montón de oxitocina si estamos enamorados. Esto nos lleva, según prosigue, a que perdonemos al otro todo pese a sus actos, según afirma. «Esto tiene su sentido evolutivo porque el amor sirve para mantenernos juntos pase lo que pase, pero puede ser un desastre en el mundo moderno, no se puede perdonar todo lo que uno hace», reconoce.

A su vez, esto explicaría, según prosigue, el que en cierta manera una persona diga estar enamorada de su maltratador: «La química del amor es así. La oxitocina hará que justifiques cualquier cosa que hace la otra persona y funciona así. Me temo que si solo atendiésemos a la química seguiríamos en relaciones tóxicas toda la vida».

Por otro lado, apunta a la noradrenalina, otra hormona que está hecha para que tengamos sensación estática de esa pareja y, por ejemplo, recordemos una conversación maravillosa, estupenda, y el que se dé «química increíble», y a lo mejor lo único que ha ocurrido es que el otro pensaba en fútbol mientras le hablabas, «pero desde fuera hay una hormona que te hace sentir como algo especial y único cualquier conversación; esto es química del amor y es normal».

También la testosterona o las diferentes hormonas sexuales son las responsables de que recuerdes una relación sexual como maravillosa, aunque esta no lo haya sido, mantiene el psicoterapeuta de ‘Entiende tu mente’.»La idea es que si solo confiáramos en las hormonas, si solo nos guiáramos por ellas, la cosa no iría muy bien», sostiene.

POR QUÉ HAY PERSONAS QUE NUNCA LOGRAN ENAMORARSE

En el libro señalan una teoría sobre por qué hay personas que nunca se enamoran, y es que, en su opinión, hay personas que emocionalmente son solteras, y otras tienden a tener pareja. «Las personas ‘singles’ (solteras) se enamoran, pero sin continuidad, no tienen necesidad de que esto dure en el tiempo. Son personas que lo aprecian, lo disfrutan, y ya está. Por ejemplo, en las comidas todos somos ‘singles’, pero esto no significa que me apetezca paella siempre. Esto sería lo que les ocurre a las personas que son ‘singles’, sin necesidad de que esto sea constante en el tiempo», advierte Muiño.

También subraya que hay personas que sí que se enamoran, que buscan una estabilidad en el amor, y que de hecho están mejor cuanto más tiempo llevan en pareja. «Esto distingue mucho. Les gusta por ejemplo tener una persona con preferencias comunes, les gusta la cotidianeidad, llegar a casa y contarle a esa persona los acontecimientos del día. Son sensaciones de que lo que quiero es hacer esto siempre con la misma persona», indica.

EL 70% DE TERAPIAS ESTÁN RELACIONADAS CON EL AMOR

Aquí resalta que el 70-80% de los problemas psicológicos que se ven en terapia son debidos al amor y la mayor parte de terapeutas tratan de una u otra manera esta temática. «Algo parece que está fallando con la química del amor entonces», advierte.

Dice que el amor es una «energía potente y poderosa», por la que en muchas ocasiones se hacen cosas extraordinarias. Muchas veces nos mejoramos nosotros mismos por amor, y nuestros objetivos los cumplimos por el enamoramiento también. «Bien canalizada es una energía estupenda, pero hay que echarle algo más que hormonas para eso», resalta.

En primer lugar, habla del «casting emocional», es decir, aprender a seleccionar a esa persona idónea con la que compartir nuestro tiempo, antes de que llegue el baño hormonal. Apunta que esto significa tener claro qué buscas en la relación: «Decir qué tipo de persona busco en una relación, cuáles son para mi esos criterios esenciales o las características necesarias que esa persona debe reunir, y a partir de ahí ya hay que ponerse en riesgo o no de caer en esa piscina hormonal».

Resalta en este punto la importancia de la autoestima, y defiende que si tienes amor propio y crees en ti mismo es más fácil que creas en esos factores necesarios a la hora de elegir en el casting emocional. Eso sí, resalta que también esto es fundamental a la hora de enfrentarse al proceso de duelo, al proceso de desintoxicación tras una ruptura, porque la autoestima es la que te dice que no mereces eso y debes salir de ese proceso duro.

«En estas dos fases es muy importante la autoestima. No durante el baño hormonal, donde todos somos iguales, sino que, una vez centrada la química hormonal, todos los enamorados nos parecemos mucho, da igual que tengamos o no autoestima, pero sí es importante a la hora de elegir, y a la hora de dejarlo con una persona», sostiene Muiño.

EL AMOR PUEDE CONVERTIRSE EN UNA ADICCIÓN

Por otro lado, este experto avisa de que, hormonalmente, el amor es adictivo, es una adicción fisiológica; tiene todos los síntomas: la tolerancia, la necesidad de mayores dosis, la sensación de no puedo vivir sin esto.

«De hecho, si lo pensamos, las canciones de amor son canciones de adicción. ‘No puedo vivir sin ti’ es la frase más repetida, que es lo que diría un heroinómano. Esto forma parte de esa energía, de esa emoción, en sí no es malo pero si está mal canalizada es un desastre, como les pasa a los toxicómanos, el problema es a qué eres adicto», sostiene Muiño.

FASES DEL AMOR

Con ello, este especialista defiende que el amor de pareja debe mutar y evolucionar, y apunta, al menos, a dos fases: el ‘amor pasional’, los 3-4 primeros años, que luego puede o no mutar en ‘amor compañero’. «El amor pasional es totalmente hormonal, ilógico. Después, viene o no el amor compañero, en función de que hayamos elegido bien se convierte en amor compañero, es una fase diferente», apunta.

Para él la frase que lo define un poco es que «en el ‘amor pasional’ nos miramos todo el rato el uno al otro; mientras que en el ‘amor compañero’ miramos juntos hacia un mismo sitio, caminamos hacia el mismo rumbo».

En último lugar, manifiesta este psicoterapeuta que el secreto de que las parejas funcionen es precisamente porque han evolucionado hacia el mismo sitio: «Un proyecto que funciona es porque cada vez le sacamos una cosa diferente. En la vida no hay parejas que duren 40 años, pero sí personas han tenido 7 parejas distintas en ese tiempo con la misma persona. De repente, somos otra pareja, aunque con los mismos componentes, una pareja que dura mucho tiempo no está igual que el primer día, no es cierto, hacen cosas diferentes. Son las mismas personas evolucionadas, y en la misma dirección».

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