La selección española buscará este martes (16.00 horas/La1) ante Marruecos sacar su billete para los cuartos de final del Mundial de Catar y seguir soñando como candidata al trofeo, después del ‘susto’ frente a Japón y una sufrida clasificación, mientras que la revelación marroquí se aferrará a la fortaleza como bloque de una de sus generaciones más técnicas para seguir elevando su techo.
El combinado entrenado por Luis Enrique se estrena en la fase del ‘todo o nada’. La selección inició su andadura mundialista con el empujón del 7-0 ante Costa Rica que alejó la incertidumbre inicial y reforzó una ilusión algo apagada antes del torneo. En el primer examen ‘de nivel’ en Catar, España cumplió con una primera mitad muy competitiva en el empate (1-1) frente a Alemania, y una segunda parte en la que el equipo se dejó llevar.
Se llegó con todo de cara y dependiendo de si mismos a la tercera y definitiva jornada de la fase de grupos, pero el pánico y un ‘terremoto’ nipón de apenas tres minutos hizo temblar a la propuesta española. El combinado nacional perdió (2-1) ante Japón, pero la victoria de Alemania contra Costa Rica y la diferencia de goles permitió el pase a octavos con más dudas y dificultades de las esperadas, como segundos del Grupo E.
Sin tiempo para lamentarse y pensando en reforzar los puntos fuertes de una selección joven, pero con hambre y mucha calidad en la fase del campo donde se deciden los partidos, España encara su primera eliminatoria hacia la gloria. La última derrota y el juego desplegado, algo pobre, fue un jarro de agua fría para las aspiraciones españolas, aunque también podría despertar un gen ganador que lleva muchos años dormido.
Y es que la estadística en grandes citas de la selección española no es demasiado halagüeña, ya que desde que se proclamase campeona de Europa en 2012 solo suma siete triunfos en 20 partidos. Esto supone el 35 por ciento, tras vencer a Australia (2014), Irán (2018) y Costa Rica (2022) en las Copas del Mundo, a República Checa y Turquía en la EURO 2016, y a Eslovaquia y a Croacia, prórroga de por medio, en la de 2020.
En este balance entra también el duelo más reciente con Marruecos como rival, cuando ambos combinados empataron (2-2) en la fase de grupos del Mundial de Rusia de 2018. «Veo muchas ganas de ir cumpliendo el objetivo. Ahora ya estamos en los partidos de continuar o irte a casa, pero muy convencidos de nuestras posibilidades. El objetivo es, y ha sido desde el principio, jugar siete partidos», señaló Luis Enrique, que fue titular en la última derrota de España ante un conjunto africano -Nigeria, en 1998 (2-3)-.
En cuanto al ‘once’, el asturiano volvería a los elegidos en el primer duelo ante Costa Rica, con un trinomio Busquets-Pedri-Gavi innegociable. Las dos principales dudas estarían en el lateral derecho, con un César Azpilicueta ‘tocado’ por un golpe en el sóleo de la pierna izquierda, aunque con mejor rendimiento que el madridista Dani Carvajal, que se perfila como titular este martes. Jordi Alba regresaría al carril izquierdo en detrimento del joven Alejandro Balde.
Luis Enrique recuperaría la columna vertebral formada por Unai Simón en portería, Laporte y Rodri como centrales, y con Dani Olmo en uno de los costados. La otra gran incógnita es si el del Leipzig estará acompañado por Álvaro Morata -máximo goleador español en Catar con tres tantos- y Marco Asensio, o si Ferran Torres tiene hueco, pese a perder protagonismo ante Alemania y Japón.
MARRUECOS, INVICTA Y REVELACIÓN EN CATAR
Enfrente estará una Marruecos que regresa a unos octavos 36 años después, invicta en Catar y con el cartel de revelación del torneo. Los ‘Leones del Atlas’ son el único combinado africano que sigue ‘vivo’ en el Mundial, después de avanzar como primeros en un grupo muy exigente, junto a Canadá, Croacia y Bélgica.
Tras un trabajado empate (0-0) ante la selección ‘ajedrezada’ en su debut, los marroquíes protagonizaron una sorpresiva victoria (0-2) frente al ‘polvorín’ belga para tener acercar el sueño de las eliminatorias. Una empresa que certificaron con un solvente triunfo contra los norteamericanos (1-2), gracias a un estilo técnico e incisivo, a la vez que poderoso.
Walid Regragui, seleccionador desde hace tres meses, ha logrado armar un bloque sólido gracias a la figura del ‘tapado’ Sofyan Amrabat, pivote que sostiene el rocoso engranaje africano. Aunque su mayor amenaza serán los punzantes y habilidosos extremos Hakim Ziyech y Sofiane Boufal, acompañando al sevillista Youssef En-Nesyri, que llega con la flecha hacia arriba tras su segundo gol en Mundiales -primer marroquí que lo logra-.
«Vamos a saltar al césped con mentalidad ganadora. Queremos ganar pero tengo todo el respeto por y para España. Estamos en octavos y se resolverá en detalles. Debemos dejar a un lado la parte emocional y sacar lo mejor de nosotros mismos. Ellos tienen más experiencia, pero esperamos hacer saltar la sorpresa», indicó el técnico sobre pisar los cuartos por primera vez en su historia, y con la duda sensible del lateral del PSG Achraf Hakimi.
