España se sitúa en el quinto puesto mundial por velocidad de su red de banda ancha fija, por detrás de Corea, Portugal, Suecia y Bélgica.
Son datos de la OCDE recogidos en un estudio de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT).
La banda ancha fija española alcanza esta posición como resultado de que una de cada cuatro líneas de banda ancha fija acredita una velocidad comprendida entre 100 y 1.000 Mbps.
Ligeramente mejor que España están Bélgica (25,2%), Suecia y Portugal (ambas con 29,3%) y ya a más distancia Corea, con un 35,7% de líneas rápidas y un 3% de conexiones ultrarrápidas (superiores a 1 Gbps).
En lo que se refiere a otras potencias europeas, Francia y Alemania ocupan los puestos 18 y 19, respectivamente, con un 12% de líneas con velocidad superior a 100 megas, y el Reino Unido el 28, con un 7%.
Las estadísticas de la OCDE reflejan además que Italia todavía cuenta con un 5% de líneas por debajo de los 10 Mbps de velocidad y otro 6% adicional entre 10 y 30 megas, y si hablamos de redes de máxima velocidad, el vencedor es Suiza: un 7,3% de sus conexiones superan el gigabit.
FIBRA
España tiene con fibra un 67% del total de líneas de banda ancha, lo que también aquí le coloca en el quinto puesto del mundo. En este caso, por detrás de Corea, Japón, Lituania, Suecia y Letonia. España supera ampliamente la media de la OCDE (28%) y su porcentaje de fibra sobre el total de BAF es superior a la suma de los porcentajes locales de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia (53,56%).
Como aspectos negativos de España, el informe de UGT refiere la relación entre penetración de BAF y PIB, que se encuentra por debajo de los principales países del mundo, y el capítulo móvil, en el que España presenta un uso de datos por BAM muy bajo, en la cola del conjunto de la OCDE y muy lejos de los países líderes en ‘data mobile’.