El cántico «‘Esta es la juventud del Papa'», que tanto se escuchó en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de 2011 en Madrid, ha regresado de boca de los miles de peregrinos españoles que recorren las calles de Lisboa en la JMJ de 2023 a la espera del primer acto multitudinario con el Pontífice en el parque Eduardo VII, redenominado como ‘Colina del Encuentro’ y al que han acudido jóvenes de todos los países.
Los jóvenes españoles comparten la la ilusión por compartir la fe y por encontrarse por el Papa. «Ayer estuvimos con el obispo de Alcalá en una catequesis y hoy, con uno de venezuela. Lo que más nos ha gustado de la JMJ es el ambiente, la gente. Y la ilusión de la gente por vivir su fe y ver al Papa», explica a Europa Press Julio, un joven sevillano, de Triana.
Javier, otro joven sevillano, recuerda que les gustó muchísimo la Misa del primer día con el festival, con todo los españoles en Estoril, y el parque del Perdón. Está situado en la llamada Ciudad de la Alegría, en las inmediaciones de la Torre de Belem, donde cada día acuden miles de jóvenes a la llamada feria de las Vocaciones y al inmenso recinto con 150 confesonarios. «Unos nos hemos confesado, otros, no», admite. Lo frecuente es que gran parte de los asistentes a estas jornadas se confiesen, como reconocían algunos de ellos a Europa Press.
Unas chicas de la diócesis de Bilbao, de Lekeitio y de Bérriz, explicaba que ya que habían ido, aprovechaban para confesarse. «La JMJ es un buen momento. Y vemos en la feria de las vocaciones otras realidades de la Iglesia». Unos jóvenes sevillanos, de los salesianos, lo corroboraban: «Me mueve más confessarme aquí. Estar aquí es más fácil».
Rocío, otra joven de Triana, resume el sentimiento de muchos jóvenes: «Quiero llegar a mi casa con más fe que antes». Su compañera Reyes añade que estar en la JMJ supone conocer otras culturas, otros modos de vivir el cristianismo. «Pero, sobre todo, una experiencia para conocer a Jesús y conocerme a mí misma. Y traer mi corazón lleno de Él a Sevilla», asegura «Confío en que este Papa haga un cambio. Leí la Laudato Si de 2015 y me impactó mucho. Creo que el Papa puede lograr grandes cosas hablando a la juventud», añade Rocío.
El ambiente juvenil impregna todo el ambiente. Jóvenes arropados con las banderas de sus países… o de su equipo de fútbol: varios de ellos, por ejemplo, lucían la del Atlético de Madrid. Sobre todo, se observan banderas españolas omnipresentes. Y es llamativa también la presencia de mexicanos. «Ayer vinimos todo el rato en el autobús cantando rumbas, canciones de La Oreja, de Hakuna… –explican Sonsoles y Gabriela, dos chicas de Córdoba, de la parroquia de La Esperanza–. Estuvimos en una catequesis del obispo Munilla y nos encantó. Habló de la ecología integral y nos advirtió sobre la ideología de género que se introduce por todas partes». Pese al ambiente festivo reconocen que a veces no hay suficiente comida. «Hay miles de establecimientos de venta pero a veces hay que esperar colas larguísimas», alertan.
Mientras, Blanca, Sara, John y Lisi, de la parroquia de san Emilio de Madrid, explican a Europa press que su experiencia está siendo inolvidable: «Te sientes a veces solo practicando tu fe y aquí ves miles, decenas de miles de personas de tu edad, iguales».
Anoche miércoles, la Plaza del Comercio fue escenario, entre otros actos del Festival de la Juventud (con varios centenares de conciertos y exposiciones) de un concierto del grupo español de Hakuna, seguido por varias decenas de miles de personas, españoles en su mayor parte, de todo tipo de diócesis y realidades eclesiales como Regnum Christi o Effetá, entre muchos otros.