¿Está Infiesto de Netflix basada en una historia real?

Redacción

El pasado 3 de febrero Netflix estrenó Infiesto, un thriller que, protagonizado por Isak Férriz e Iria del Río, está ambientado en pleno estallido de la pandemia de coronavirus. Y tras ver el filme de Patxi Amezcua, que se ha colocado como uno de los títulos más visto de la plataforma, no son pocos los espectadores que se preguntan si este relato que arranca con la reaparición de una joven que llevaba meses dada por muerta en la cuenca minera asturiana, está basado en una historia real.

En la cinta, ambientada en marzo de 2020, Férriz y del Río encarnan a Samuel García y Castro, los dos detectives a cargo de la investigación de la sorprendente reaparición de Saioa Blanco, una joven que estuvo desparecida durante tres meses y a la que ya se daba por muerta.

Así, mientras el pueblo asturiano de Infiesto lidia, como el resto del planeta, con la pandemia de Covid-19 y el caos e incertidumbre de aquellos días, García y Castro tratan de desentrañar el oscuro misterio que encierra el regreso de la joven. A medida que avanzan con el caso, su investigación los lleva a enfrentarse a oscuras fuerzas en los bosques, montañas y las minas de Asturias.

La fidelidad con la que se recrea la atmósfera de aquellos primeros días de confinamiento y los imponentes escenarios naturales en los que se rodó el filme, han hecho que no pocos abonados de Netflix en todo el mundo quieran saber si la oscura trama del filme, tiene una base real.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que Amezcua concibió la cinta como un relato de ficción con la intención de hacer un thriller policíaco influenciado por series como True Detective o películas como El silencio de los Corderos pero también producciones españolas como La isla mínima.

Es más, en lugar de seguir de forma convencional los elementos tradicionales del género, quiso darle su propio sello personal, tal y como señaló en una entrevista concedida a CulturaOcio.com. «Nuestra idea era hacer un thriller que tuviera un estilo propio, no otra película de policías más, sino algo especial y muy personal», afirmó el director que señala que, esencialmente, son dos los elementos que hacen que ‘Infiesto’ «no sea un policiaco más».

PANDEMIA Y ASTURIAS

El primero de ellos es, precisamente, ese aire apocalíptico que presidió aquellos primeros días de pandemia, con las calles vacías y la incertidumbre total. «Yo, que vivo en el centro de Madrid, recuerdo que ver las calles vacías fue flipante. Una sensación de fin del mundo. Es un elemento que da mucho juego en la película», dice Amezcua.

De hecho, en la película los dos protagonistas se ven afectados directamente por la pandemia: a García los sanitarios, debido a los protocolos de la pandemia, le impiden ver por última vez a su madre fallecida, mientras Castro se ve obligada a separarse de su pareja Carlos, quien es internado en un hospital debido a que ha sido infectado por el Covid-19.

Y el segundo son localizaciones de la abandonada cuenta minera asturiana. Unos poderosos escenarios en los se combina «todo ese resto industrial con una naturaleza exuberante». «Todo eso combinado es visualmente es muy atractivo en este tipo de género», apostilla.

EL PROFETA Y LOS ASESINATOS RITUALES

Eso sí, pese a que la ambientación del filme, tanto en lo que escenarios se refiere (con localizaciones reales en montañas, bosques, fábricas en ruinas y minas abandonas) como en el momento histórico en el que se ambienta su trama sí está totalmente ligada a la realidad, los crímenes que son el centro de su historia no están basados en casos verídicos.

El director emplea el personaje inventado del Profeta, gran antagonista del filme, para personificar en él un fenómeno que sí existe en la realidad: los asesinatos rituales que ocurren no solo en España, sino en diferentes partes del mundo. De hecho, este villano al que pone rostro Antonio Buíl en la película, se asemeja a los líderes de sectas y cultos hedonistas que sí existen en la realidad, por lo que podría decirse que es un representante ficticio de algo de un oscuro y escalofriante fenómeno que, desgraciadamente, es completamente real.

Por lo que podría decirse que, aunque Infiesto es un thriller de ficción, refleja de manera veraz situaciones y experiencias reales con las que los espectadores pueden identificarse.

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