Estopa repasa en Valencia sus 25 años de carrera

Redacción

«Cada año que se cumple es oro», agradece a un público entregado David Muñoz, integrante junto a su hermano Jose Muñoz del grupo Estopa, en el concierto en Valencia de su gira de 25º aniversario. Tras los músicos, un gran ’25’ y fotografías de sus cinco lustros de carrera ocupan las pantallas del escenario; y, frente a ellos, miles de personas corean de memoria algunas de sus canciones más míticas.

El concierto, que arranca con unos minutos de retraso pasadas las 22.00 horas, comienza entre algunos silbidos por la demora que cesan cuando los focos iluminan a los hermanos de Cornellà de Llobregat (Barcelona), que aparecen en escena mientras en las pantallas un camión con la inscripción ‘Construcciones Hermanos Muñoz’ desmonta los andamios que han dado la bienvenida a la Ciutat de Les Arts al público valenciano para dar paso a unas fincas que simulan el barrio de la infancia del dúo.

Los hermanos Muñoz cantan y los asistentes les siguen: «Fui a la orilla del río y vi que estabas muy sola. Vi que te habías dormido. Vi que crecían amapolas». Y así ‘Tu calorro’ abre una noche en la que suenan gran parte de sus temas más escuchados, entre los que no han faltado ‘Cacho a cacho’, ‘Vino Tinto’, ‘Vacaciones’, ‘Cuando amanece’, ‘El Run Run’, ‘Tragicomedia’, ‘Hemicraneal’, ‘Malabares’, ‘Ya no me acuerdo’, ‘La raja de tu falda’, ‘Poquito a poco’, ‘El del medio de los Chichos’, ‘Demonios’, ‘Cuando cae la luna’, ‘Partiendo la pana’, ‘Me falta el aliento’, ‘Pastillas de freno’, ‘Fuente de energía’, ‘Ojitos rojos’ o ‘Me Quedaré’.

A las letras convertidas ya en himnos de una época se suman algunas de las canciones de su último álbum, ‘Estopía’, como ‘El día que tú te marches’, ‘Ké Más Nos Da’, ‘Mañana Clara’, ‘No digo ná’, ‘Sola’, ‘La ranchera’ o ‘La rumba del Pescaílla’. Y temas más recientes, pero ya integrados en la memoria de sus fans, como ‘Camiseta de Rokanrol’.

Durante más de 2.30 horas, el grupo catalán repasa las canciones de «ayer, hoy y mañana» que les han mantenido en lo más alto de las listas de éxitos musicales y que les llevaron a colgar el cartel de ‘entradas agotadas’ para este concierto apenas unos minutos después de sacarlas a la venta. Aún así, los hermanos Muñoz celebran el «ambiente verbenero» que toma la Ciutat de Les Arts y se sorprenden al ver a las cerca de 20.000 personas –según cifras de la organización– que entonan sus temas.

«Madre mía si hay peña. La gente de atrás, ¿cómo se escucha eso por ahí?», apunta David, mientras Jose saluda a las decenas de personas que se han concentrado en el puente de l’Assut de l’Or para bailar al ritmo de la rumba catalana. «Deberíamos medir cinco metros para que nos vieran desde atrás», expresa David.

«VAMOS, VALENCIA»

En un momento del concierto, el dúo sube al escenario un objeto que emula a una especie de circuito eléctrico de grandes dimensiones. «Os traigo las palancas de la vida», asegura el mayor del dúo, al tiempo que empieza a manejar el aparato. «Si toco esta palanca, se mueren los fachas», sostiene, y el público le responde con una sonora ovación. Tras ellos, en las pantallas puede leerse ‘No Signal’. «Esto no funciona», «Ya te lo has cargado», se afean los hermanos.

Entre el público, alguna fan ya ha adivinado el siguiente tema. «Es ‘La raja de tu falda’. Claro, porque dice ‘Y yo enchufa que te enchufa. Mi hermano prueba que te prueba. ¿Esto se escucha o no se escucha?», canta, y unos segundos después Estopa transporta a la Ciutat de Les Arts a aquella tarde tonta y caliente del verano del 97.

El grupo avisa de que necesita un descanso: «Nos vamos a permitir un lujo que no se lo puede permitir nadie. Ir a un bar que está aquí al lado y tomarnos una cerveza. Otra. ¿Por qué? Porque está en el guión. ¿Y quién ha hecho el guion? Nosotros». Sin embargo, entre los aplausos, risas y vítores del público, ningún músico abandona el escenario, desde donde brindan con cerveza.

Minutos después, aparece en escena una farola y ambos empiezan a tararear el estribillo del famoso ‘Singing in the rain’, que acaba convirtiéndose en un ‘Swimming in the rain’ que provoca carcajadas entre los asistentes. Suena ‘El del medio de los Chichos’ y el público espera atento el mítico «Vamos, Jose», pero no esperan que, tras entonar una de las frases más repetidas del grupo, David grite: «Vamos, València».

RECUERDAN A LOS TRABAJADORES DE FORD

Reaparece el camión con la inscripción ‘Construcciones Hnos. Muñoz’ del vídeo inicial, acompañado de grúas y otros vehículos, que comienzan a demoler las fincas proyectadas en las pantallas y transportar algunos coches hasta un desguace.

Y en este momento de la noche, Jose, que había desaparecido sin que el público se percatase, regresa conduciendo un Seat Panda Rojo. «Esas palmas al cel de València», animan los cantantes. Y ambos subidos sobre el capó del vehículo, aparcado en medio del escenario, cantan: «Ponga atención a lo que voy a contar, ocurrió una fría noche de Cornellá».

A continuación, retumba la letra reivindicativa de ‘Pastillas de Freno’ que David Muñoz aprovecha para dedicar a «toda la gente que van a echar de la Ford». «Va por ellos», recuerda, y pide que se pare el ERE para evitar los despidos.

La noche transcurre entre reiteradas menciones la capital del Turia. «Bona nit, València», «Arriba esas palmas, País Valencià», «Amunt València», grita David durante el concierto, y agradece a la ciudad, a «esta santa tierra», que haya acompañado al grupo «desde el principio», aunque reconoce que la Ciutat de Les Arts –en la que el grupo no había actuado antes– es el «sitio más futurista» en el que han estado.

Los acordes de ‘Como Camarón’ anuncian que el concierto ha llegado a su fin y Estopa se despide: «València, la nostra terra. Me cague en déu. Ha sido todo un plaer. Aquesta és la nostra terra. Hem crescut ací i morirem ací. Tornarem ací, açò segur. Ha sigut increïble».

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