Intensivistas del Grupo de Estudio COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) han presentado un estudio que analiza al mayor número de pacientes críticos hasta la fecha en nuestro país. Un total de 2.022 casos han permitido trazar un perfil del ingresado en las UCI entre marzo y mayo de 2020, es decir, durante la primera ola de la pandemia, e incluso definir tres fenotipos.
Este sería el perfil más común de paciente crítico: edad media joven, de 64 años (55-71 años); principalmente varón (70 por ciento), un 73 por ciento con factores de riesgo, con hipertensión arterial (46 por ciento), obesidad (35 por ciento) y diabetes mellitus (20 por ciento); el 76 por ciento con necesidad de ventilación mecánica; estancia media en UCI de 14 días (8-27 días); y una mortalidad global observada del 32 por ciento (sube al 37 por ciento en los pacientes que necesitaron ventilación mecánica, por un 17 por ciento de los que no necesitaron esta asistencia).
«El mayor aporte de este estudio es que los investigadores participantes, a través de un complejo análisis de aprendizaje automático no supervisado de agrupaciones, hemos podido observar que los pacientes críticos pueden ser agrupados en tres fenotipos, los cuales se diferencian no solo clínicamente, sino también por su estado de inflamación y por la evolución final», ha comentado el doctor Alejandro Rodríguez, coordinador nacional del Grupo Español de Trabajo Gripe A Grave (GETGAG) de la SEMICYUC, quien ha liderado este proyecto en el que han participado más de 300 intensivistas de todo el país.
El fenotipo A se corresponde con pacientes menores de 65 años, con escasa inflamación y poco desarrollo de complicaciones con una mortalidad del 20 por ciento. El cuadro más leve apareció en el 27 por ciento de los pacientes. El fenotipo B representa a pacientes con un nivel medio de gravedad e incluye a pacientes menores de 65 años, pero con mayor estado de inflamación y desarrollo de shock, lo cual condiciona una mortalidad del 25 por ciento.
El fenotipo C, el más frecuente, afectó a más del 40 por ciento de los pacientes. Representa a los enfermos más graves, con una mortalidad del 40 por ciento. Este grupo lo conforman personas mayores a 65 años, con antecedentes de enfermedad hematológica y con un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves como el shock o la insuficiencia renal aguda por su mayor estado inflamatorio.
«La importancia de este estudio radica en que, para obtener los diferentes fenotipos, se han utilizado un grupo de variables que se controlan de forma habitual al ingreso en la UCI, sin necesidad de tecnologías complejas, lo que nos permite una aplicación generalizada. Además, diferenciar el tipo particular de paciente puede permitir un tratamiento más personalizado y, posiblemente, una mejor evolución. La gran heterogeneidad de los pacientes afectados por la COVID-19 requiere análisis complejos y personalizados para obtener resultados fiables y aplicables en la práctica clínica», prosigue el doctor Rodríguez.
El estudio, titulado ‘Deploying unsupervised clustering analysis to derive clinical phenotypes and risk factors associated with mortality risk in 2,022 critically ill patients with COVID-19 in Spain’, ha sido publicado por la revista científica ‘Critical Care Journal’.