El comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, abordarán este viernes por teléfono la crisis abierta por los aranceles, en el que será el primer contacto formal entre ambos desde que Estados Unidos activó el gravamen del 25% a todo el acero y aluminio importado y Bruselas respondió con el anuncio de contramedidas por valor de 26.000 millones de euros.
Sefcovic, que habla en nombre de los Veintisiete en materia comercial, adelantó el miércoles su intención de cerrar una reunión telefónica cuanto antes con sus contrapartes norteamericanas y este jueves la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha confirmado en una comparecencia que la llamada tendrá lugar el viernes.
A la reunión telemática se unirá también el representante comercial de la Administración de Donald Trump, Jamieson L. Gree, según han indicado a Europa Press fuentes comunitarias.
El comisario viajó a finales de febrero a Washington en un intento por pactar una solución que evitara los aranceles a la Unión Europea, pero el propio Sefcovic admitió esta misma semana que sus esfuerzos no habían tenido éxito y asumió que el Gobierno norteamericano «no está implicado» en negociar una salida.
Con la confirmación de que Trump decidió no eximir a la UE de los aranceles que desde el martes impone a todo el acero, aluminio y derivados del aluminio que entra en Estados Unidos, Bruselas anunció un fuerte paquete de contramedidas por valor de 26.000 millones de euros que se aplicará en dos tandas en el mes de abril.
El Ejecutivo comunitario ultima así un primer bloque de tarifas con la reactivación automática el 1 de abril de los gravámenes que impuso en la crisis anterior pero que estaban en suspenso en virtud de un acuerdo en la primera era Trump. El segundo bloque se prevé que llegue «a mediados de abril» con nuevos aranceles con un valor potencial de hasta 18.000 millones de euros, una vez se perfile la lista y se cumpla su tramitación legal.
En este contexto, Trump escaló este jueves la tensión al amenazar de nuevo a la Unión Europea con nuevos aranceles «del 200%» a vinos, champagnes y otras bebidas alcohólicas europeas si no retira «de inmediato» los aranceles «del 50%» que Bruselas prevé para el whiskey americano.
«No nos gustan los aranceles porque creemos que se trata de impuestos y que son malos para los negocios y malos para los consumidores», ha dicho de nuevo este jueves Von der Leyen, siguiendo una de las máximas del bloque comunitario en materia comercial de que son partidarios del diálogo y de los acuerdos pero que, «al mismo (la UE) defiende sus intereses».
«Quiero enfatizar que estamos abiertos a la negociación», ha insistido la jefa del Ejecutivo comunitario, antes de confirmar los contactos con Washington y la llamada programada el viernes entre Sefcovic y los estadounidenses.
Entretanto, el comisario de Economía y Productividad, Valdis Dombrovskis, también ha tenido ocasión de tratar este asunto en una primera «videollamada de presentación» este jueves con el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
En la charla, ambos destacaron la «importancia» de la relación económica entre la Unión Europea y Estados Unidos, según fuentes comunitarias, que apuntan que Dombrovskis trasladó su «preocupación» por el efecto negativo de los aranceles estadounidenses para las dos regiones.
También han tratado otros asuntos clave como los «esfuerzos por lograr una paz justa y duradera» en Ucrania y la importancia de esta paz para la «seguridad» de Europa, así como el interés de cooperar en el G7 y el G20.