La maestra isorana María del Carmen Larai Martín, más conocida como Sor Larai y nombrada Hija Predilecta del municipio de Guía de Isora en 1994 por su labor humanitaria en diferentes países de África, falleció este jueves en Roma.
Con motivo de su fallecimiento, las banderas oficiales de la corporación municipal ondearán a media asta y lucirán un crespón negro en señal de luto.
La alcaldesa, Josefa Mesa, y el Ayuntamiento de Guía de Isora lamentan profundamente el fallecimiento de la misionera y envían sus condolencias a amigos y familiares.
«Sor Larai se marcha, pero nos deja sus enseñanzas: el valor de velar por el prójimo, la dedicación por los demás y el cuidado de los más desfavorecidos», ha expresado Mesa en una nota.
Mari Carmen, de madre isorana y padre indio, fue criada por su tía Benigna después de que su padre regresase a la India y su madre muriese cuando ella solo tenía cuatro años.
Tras acabar sus estudios en Guía de Isora pasó al Hogar Escuela de la capital tinerfeña, regido por religiosas de la Congregación de María Auxiliadora.
Un año antes de acabar sus estudios de magisterio, pasó a formar parte de la orden y posteriormente se dedicó a dar clases en el mismo centro.
UNA VIDA DEDICADA A LOS DEMÁS
No obstante, su verdadera vocación era ejercer como misionera, siendo Zaire –actual República Democrática del Congo– su primer destino y el lugar en el que permanecería durante diecisiete años.
De ahí pasó a Ruanda, país en el que ejercería de maestra en un colegio hasta la llegada del conflicto étnico en el que la etnia de los hutus se enfrentaría a la de los tutsi después de que los presidentes de Ruanda y Burundi, ambos de la etnia hutus, fueran víctimas de un atentado perpetrado contra el avión en el que viajaban un 6 de abril de 1994.
Este conflicto tan cruento, que Sor Larai describió en declaraciones al periódico ‘El Día’ como «una carnicería», duró tres meses y se saldó con el asesinato de entre 500.000 y 1.000.000 de personas.
Esto hizo que, pese a su voluntad de permanecer en el país, Sor Larai tuviese que huir y volver a España, pues ya se había anunciado la intención de asesinar a los extranjeros que permaneciesen en el terreno.
Su labor humanitaria en estos países en conflicto y su compromiso con los más vulnerables fue lo que llevó al Ayuntamiento de Guía de Isora, el municipio que la vio crecer, a otorgarle el 16 de junio de 1994 la condición de Hija Predilecta.