Fibratec sustituye mallazos por fibras en importante obra

Remitido

Fibratec ha suministrado las microfibras de vidrio AR V12-AM para la sustitución de los mallazos calzados que normalmente se hubiera colocado en la obra del aparcamiento de la facultad de filología de la Universidad Complutense de Madrid. Con una dosificación de 2 kg se ha conseguido sustituir un mallazo previsto de 15x15x6 en esta importante obra, sobre la cual, posteriormente se ha vertido asfalto para cumplir con el acabado solicitado por el cliente. En la mayoría de los casos, el mismo hormigón sirve como acabado, ya que las microfibras de vidrio fabricadas en Japón por Fibratec, no dejan ningún rastro en la superficie del hormigón, permitiendo incluso acabados pulidos o impresos.

El secreto de las microfibras de vidrio AR de Fibratec reside en la capacidad de coser cientos de millones de microfisuras que se producen dentro de la masa del hormigón en edades tempranas en el estado plástico del mismo. Las mallas electrosoldadas (mallazos) se colocan tradicionalmente en el tercio superior de las soleras de hormigón entre 5-7 cm de la superficie, con el objetivo de paralizar sus movimientos debido a su porosidad por la evaporación del agua. El hormigón que tras el vertido inicia su fraguado, en pocas horas pierde una cantidad importante de agua debido al aumento de temperatura como resultado de las reacciones químicas. Esta cantidad de agua perdida, deja detrás de sí cientos de millones de microburbujas de aire (porosidad) motivo por el cual el hormigón inicia unos micromovimientos imperceptibles al ojo humano, pero, sin embargo, resultan en desagradables fisuras superficiales, de no ser porque el mallazo calzado no permite estos movimientos. A esta malla también se la suele denominar “malla de reparto”, ya que reparte las tensiones creadas bidimensionalmente por esta acción de inmovilización del hormigón. 

Por desgracia este mallazo solo cumple una función estética ya que en la realidad crea un problema en la masa del hormigón al asegurar la permanencia de esos microporos, que en definitiva serán la debilidad del hormigón. Al utilizar 2 kg de Fibratec V12-AM por cada metro cúbico de hormigón, 400 millones de fibras perfectamente distribuidas por toda la masa, cosen literalmente la mayoría de los mencionados microporos consiguiendo una nueva masa libre de porosidad y mejorando la calidad del hormigón de forma muy significativa. Un estudio realizado en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Birmingham demuestra que con esta dosificación de la fibra V12-AM, se reduce la penetración de aire en un 87% y la penetración de agua en un 58%. La drástica reducción de microporos en el hormigón evita que se produzcan los movimientos mencionados antes y en consecuencia desaparece la necesidad de colocar un mallazo calzado en el tercio superior de la solera de hormigón, sustituyéndolo de esta forma por la microfibra de vidrio AR de Fibratec. Además, se consigue un hormigón más resistente a la abrasión superficial y de mayor durabilidad.

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