Final Fantasy VII Rebirth es sin duda el juego más esperado desde que saliera la primera parte. Square Enix se lo ha tomado con calma y mucho mimo pero al final lo tenemos en nuestras manos. Y gracias a Plaion podemos jugarlo en nuestra PS5. Este título supone la segunda entrega del remake de la saga. Y sin duda está a la altura incluso del juego original. Bonita historia, muy buen gameplay, banda sonora, gráficos. Sin duda un juego perfecto que merece el 10.
Y es que con buen material se hacen buenos juegos. Y claro, este Final Fantasy VII Rebirth bebe de las fuentes del título original. Y aquel título está en el podio de Mejores juegos de la Historia para muchos de los gamers. Es un icono y aunque apareció en el 98, todavía se recuerda y se juega en las consolas actuales. Tras anunciarlo, en 2020 tuvimos el Remake. Este juego llegaba hasta la huida de Midgar. Con el DLC de Intermission se introducía a Yuffie. Y con Crisis Core Reunión teníamos otra parte de la historia.
Ahora y sin hacer mucho spoilers de este Final Fantasy VII Rebirth, retomamos el camino de nuestros héroes más allá de las fronteras de Midgar. Y vamos desde ahí a acompañarlos a lo que vendría siendo el final del primer disco del título original. Pero en esta ocasión no nos encontramos un juego cortito. Tenemos muchísimas horas por delante para disfrutar tanto de la historia como de los combates y los minijuegos.
Rebirth mejora incluso al original
La narrativa en Rebirth tiene muchísima fuerza. Va guiando toda la historia y todos nuestros pasos. A pesar de que este título se ha pensado en mundo abierto, su guion es tan potente que en ningún momento se diluirá con su jugabilidad. Además, si ya tenía momentos épicos en la entrega original, actualizados a ahora hace que sean todavía más impresionantes. Eso sí, no os esperéis una historia calcada al juego de hace 30 años. Se permite libertades que, realmente, mejoran mucho.
Cada personaje tiene su profundidad y vamos a irlos conociendo mucho más de lo que ya veníamos haciendo. Vamos a ponernos en la piel de Barret, de Tifa, de XIII o incluso de la propia Aeris… También se meten de lleno en la historia personajes más secundarios como eran Yuffie y algunas otras sorpresas. Realmente no queremos descubrir mucho de su apasionante guion. Solo os decimos que disfrutéis del que es, en la actualidad, el mejor remake hecho nunca.
Hablando de la parte de jugabilidad, la mayor novedad introducida en Rebirth es su mundo abierto. Esto también estaba en el original, pero aquí se ha actualizado a como son los juegos de hoy en día. Aquí tenemos un mundo hecho a escala real. Un inmenso planeta por el que podremos discurrir y explorar lo que queramos. Entre las ciudades, pueblos y lugares de interés nos encontraremos bosques, campo, mar…
Rebirth: Una Historia con muchas sorpresas
Y no da la impresión de que estén vacíos. Nos iremos encontrando enemigos, objetos para recoger y construir. Ruinas, lugares de interés en donde buscar cofres para completarlos. Y una gran cantidad de actividades secundarias en donde echar las horas y horas que queramos. Rebirth nos permite perdernos en su mundo, buscar torres para revelar el mapa, actividades, exploración…
Tenemos como actividades en Rebirth desde peleas con jefes secretos, mejora de invocaciones en altares, incluso combates en arenas o cacerías de monstruos. Sin duda está lleno de actividades y no os vais a aburrir en su vasto continente por explorar. Otra de las cosas interesantes de este juego es su combate. Se ha mantenido lo visto en Final Fantasy VII Remake con la jugabilidad de las peleas.
Cada personaje en Rebirth tiene su estilo de lucha, sus fortalezas y sus debilidades. Si luchamos como Sefirot nos encontraremos que podemos armar más combos y hacer un combate mucho más centrado en la táctica. Si peleamos con Cloud podremos ir cambiando entre sus formas de combate. Todo en tiempo real y cambiando entre personajes. También hay momentos en los que la pausa táctica para elegir sacar una magia o una invocación pararán la pelea para que lo hagamos con calma.
Combate profundo y muy divertido
Como ya pasaba en el título anterior, esto de la pausa táctica no le resta ningún punto de fluidez al juego, al contrario. Nos permite tener mucho más control de todo sin que un jefe nos destroce. Realmente es un placer ver moverse a los personajes de este Rebirth repartiendo mandobles, atacando con los puños, como es el caso de Tifa o a garrazo limpio, como hace XIII cuando va en nuestro equipo.
Seguimos teniendo el medidor BTC que va subiendo según golpeemos a los enemigos de Rebirth. Y este es el que nos proporciona la posibilidad de realizar acciones de magia, invocaciones o ataques conjuntos. El combate es mucho más profundo que la entrega anterior por el añadido de combates en suelo o aire, personalización, bloqueos, contraataques… No es un machacabotones, hay que saber qué se hace y cómo hacer daño a los enemigos.
Siguen estando los sistemas de vulnerabilidad y fatiga en los enemigos. Para eso hay que estudiarlos y saber qué ataques o poderes les hacen más o menos daño. Esto hace que los combates se conviertan en algo más táctico y saber con quién y qué debes atacar a los enemigos de este Rebirth. Otro punto más que hace de los combates algo épico. Y en los jefes es donde el juego da el do de pecho.
Un espectáculo cada combate contra los enemigos más fuertes. Te hacen sacar lo mejor de ti mismo para acabar con ellos. Sin duda son batallas donde la adrenalina del jugador sube por la tensión con la que estás. Y luego visualmente este Rebirth aprovecha todo el potencial de la generación para ponernos ante nuestros ojos unas escenas que no tienen nada que envidiar a ninguna película actual.
Gráficos y BSO increíbles
A nivel gráfico Final Fantasy VII Rebirth es un espectáculo. Tiene un modo gráfico donde todo luce perfecto pero se ve a 30 fps. En el modo rendimiento es donde a costa de que se vea algo peor, se alcanzan los 60fps y todo mucho más fluido. Aún así, destacar los modelados, las expresiones, los personajes mueven los labios en inglés sus diálogos… Las luces, las chispas, las sombras… Todo nos ha dejado con la boca abierta.
Y su banda sonora también es de 10. Unas melodías que nos recuerdan al título original pero que están rehechas y actualizadas a nuestro tiempo. Están en el momento justo y llenan de epicidad cada acción, cada pelea y cada escena. También los efectos sonoros son increíbles y las voces en inglés son para destacar. Mencionar que el juego está en español mediante subtítulos y textos.
Sin duda el Must Have del año es este Final Fantasy VII Rebirth. Es de esos juegos por los que merece la pena comprarse una PS5. Square Enix sabe que este es su producto estrella y les ha dado a sus fans un juego muy por encima de lo esperado. A la altura de los mejores de la historia. Más de 100 horas de Final Fantasy para descubrir toda su historia y su mundo abierto. Acompaña a Cloud en este segundo capítulo épico de su epopeya. Gracias a Plaion por cedernos una clave para poder realizar este análisis.